La mayor movilizaci¨®n en las ciudades y en las zonas rurales

Galicia vivi¨® ayer la mayor movilizaci¨®n social de los ¨²ltimos 15 a?os. Ni las huelgas contra la reconversi¨®n naval en 1984 ni el paro nacional del 14 de diciembre de 1988 hab¨ªan tenido una respuesta tan masiva en las ciudades y sobre todo en las zonas rurales de esa comunidad aut¨®noma. La huelga general de ayer paraliz¨® casi totalmente el transporte, la industria, los comercios, la hosteler¨ªa y la actividad en el campo y en el mar. Decenas de miles de personas participaron en las manifestaciones convocadas por las centrales sindicales y las organizaciones agrarias. No hubo incidentes de importancia, excepto algunos enfrentamientos entre piquetes y personas que se negaban a secundar la huelga.La adhesi¨®n de los sindicatos agrarios a la convocatoria del paro logr¨® extender las movilizaciones a las zonas rurales de la comunidad, donde anteriores huelgas hab¨ªan tenido un menor seguimiento. Los ganaderos, el 30% de la poblaci¨®n activa gallega, se sienten amenazados por las restricciones a la producci¨®n de leche y carne, y el d¨¦bil sector industrial no tiene capacidad para absorber los excedentes del campo.

En casi 30 pueblos del interior de Galicia hubo peque?as concentraciones de agricultores, que participaron tambi¨¦n en los actos convocados en las ciudades. La circulaci¨®n de veh¨ªculos fue muy escasa durante la ma?ana en las principales v¨ªas de la comunidad aut¨®noma. El transporte de viajeros y mercancias s¨®lo funcion¨® bajo m¨ªnimos y en algunas ciudades, como Santiago, los piquetes impidieron que saliesen los autobuses urbanos. Renfe suspendi¨® todos los servicios e Iberia cancel¨® la mitad de sus vuelos en los tres aeropuertos gallegos.

Todas las grandes industrias, el comercio y la hosteler¨ªa paralizaron su actividad. ¨²nicamente las grandes superficies comerciales atend¨ªan a una escasa clientela en las ciudades, aunque los piquetes lograron que algunas acabasen por cerrar.

En Orense abri¨® en toda la ciudad una sola cafeter¨ªa, que fue apedreada. Sin embargo, en Santiago, con mucho ambiente nocturno durante la semana, estuvieron abiertos hasta la madrugada algunos pubs y discotecas. Los piquetes se enfrentaron con los propietarios de estos locales y uno de ellos lleg¨® a exhibir una escopeta de caza, seg¨²n asegur¨® un grupo de sindicalistas. En algunos casos, los clientes trataron de evitar el cierre de los bares increpando a los piquetes.

La flota estuvo amarrada a puerto. S¨®lo hubo subastas de pescado en la lonja coru?esa de Ribeira. Los hospitales, la Administraci¨®n y las radiotelevisiones p¨²blicas funcionaron con servicios m¨ªnimos.

En algunas oficinas publicas tambi¨¦n se produjeron incidentes con los piquetes. En Vigo fue agredido un cartero. Pero las fuerzas de seguridad, con instrucciones de proteger a los que deseasen trabajar, s¨®lo detuvieron a una persona, acusada de rajar una rueda de un cami¨®n en Corgo (Lugo).