La salida de la crisis
El mantenimiento de los despidos en la EMT ha querido ser interpretado por algunos como una maniobra de la empresa para deshacerse de la representaci¨®n sindical y, en concreto, de Plataforma Sindical; o bien como una actitud intransigente de negarse a la negociaci¨®n; o, por ¨²ltimo, como una maniobra que esconde oscuros intereses. Tampoco ha faltado quien piense que si la empresa hubiese cedido se habr¨ªa ahorrado mucho dinero y muchos problemas a los usuarios.Considero necesario dar respuesta a todas estas inquietudes. Primero, conviene aclarar que los despidos se han mantenido porque la empresa no puede renunciar a su responsabilidad como prestadora de un servicio p¨²blico esencial, pues est¨¢ especialmente obligada a ser respetuosa con las normas que lo regulan. Es razonable pensar que cUando una de las partes (Plataforma Sindical) se salta reiteradamente y a su arbitrio las reglas del juego, la otra (la empresa) tiene el derecho y el deber de aplicar la normativa que la defienda del abuso.
Tal vez a algunos la respuesta de la empresa les haya podido parecer excesiva e intransigente. Piensan que hubiera bastado con sanciones econ¨®micas y laborales menos dr¨¢sticas que el despido. Sin embargo, parece l¨®gico que las sanciones sean proporcionales a la gravedad de los actos que las motivan. Si no, se habr¨ªa consagrado una situaci¨®n de impunidad, menoscabando el principio de autoridad indispensable para el correcto funcionamiento de cualquier empresa, e incluso ocasionar¨ªa un agravio comparativo respecto de otros trabajadores sancionados conforme a las normas por otras infracciones laborales.
La EMT, empresa que presta un servicio p¨²blico, no puede aceptar que su actividad se vea alterada en cualquier momento sin haberse respetado todas las salvaguardias legales. Transigir en este punto equivaldr¨ªa a entregar la empresa en manos de quien m¨¢s presi¨®n ejerza al margen de la legalidad. Tampoco puede tolerar que se utilice el amedrentamiento y la violencia contra quienes quieran ejercer su leg¨ªtimo derecho al trabAjo, pues si no, el miedo acabar¨ªa dominando la relaci¨®n laboral.
El deseo de la direcci¨®n de la empresa es negociar el convenio colectivo con los representantes legales de los trabajadores sin que la cuesti¨®n de los despidos, en manos de los tribunales laborales, condicionen emocionalmente las posturas de las partes en la negociaci¨®n.
Las empresas atraviesan crisis cuyo tratamiento resulta a veces traum¨¢tico y costoso. Pero ese coste puede darse por bien empleado si se consigue salir de la crisis, alejando el riesgo de nuevas huelgas salvajes e Ilegales y restableciendo un clima de armon¨ªa laboral que permita superar el dif¨ªcil momento econ¨®mico. S¨®lo, en este marco ser¨¢ posible conciliar una buena productividad y un buen servicio, con la seguridad en los puestos de trabajo y la mejora de sus condiciones laborales.
Estos objetivos deber¨ªan aunamos a todos -direcci¨®n y trabajadores- para sacar adelante nuestra empresa. S¨®lo cumpli¨¦ndolos conseguiremos la confianza del pueblo de Madrid y el respaldo de las instituciones.
es director general gerente de la Empresa Municipal de Transportes.
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