Las empresas cementeras acusan de 'dumping' las importaciones de Rumania, Turqu¨ªa y T¨²nez

Las empresas espa?olas productoras de cemento, agrupadas en la asociaci¨®n Oficemen, han lanzado una fuerte ofensiva en Bruselas contra las importaciones que llegan a Espa?a de Rumania, Turqu¨ªa y T¨²nez con precio por debajo del mercado (dumping). Oricemen ha presentado una queja formal contra esas pr¨¢cticas, que afectan directamente a las empresas intermediarias Hispasilos y Agrox, la primera participada por el empresario Enrique Sarasola. La queja se present¨® en enero con el apoyo del Ministerio de Industria espa?ol y se espera que la CE abra procedimiento en breve plazo.

Las importaciones de cemento procedente de Rumania, Turqu¨ªa y T¨²nez se han multiplicado por tres, pasando de 869.000 toneladas de 1989 a 2,550 millones de toneladas de 1991. Esta cifra ha supuesto el 8,6% del consumo total nacional, que es de 28,9 millones de toneladas, y el 80% de las importaciones (3,4 millones).La queja presentada por Oficemen, en cuya elaboraci¨®n ha intervenido el despacho de abogados Ur¨ªa y Men¨¦ndez, se basa en los bajos precios que tiene ese cemento importado. Seg¨²n el director general de Oficemen, Rafael Fern¨¢ndez, "se ha comprobado por los datos de aduanas que los precios son muy inferiores a los existentes en el mercado nacional lleg¨¢ndose a situar por debajo del umbral m¨ªnimo de rentabilidad y de recuperaci¨®n de las inversiones".

Seg¨²n los datos de Oficemen, el precio por tonelada se ha situado en tomo a las 7.000 pesetas por tonelada. Un estudio reci¨¦n realizado por la consultora Andersen Consulting por encargo de Oficemen concluye que el precio para garantizar la amortizaci¨®n de las inversiones tendr¨ªa que ser de 9.000 pesetas.

Fuentes de las empresas importadoras, por su parte, han reconocido que el precio del cemento que venden se sit¨²a en tomo a las 7.000 pesetas, aunque tambi¨¦n aseguran que las importaciones no superan el incremento experimentado en el consumo de cemento. Seg¨²n Oficemen, el incremento del consumo interior fue del 1,12%, mientras las importaciones se han multiplicado por tres. Los importadores estiman, adem¨¢s, que la queja de Oficemen "no va a prosperar, precisamente porque los precios son muy parecidos sin haberse realizado dumping".

Las empresas cementeras espa?olas han denunciado en diversas ocasiones su malestar por las pr¨¢cticas de los importadores. Sin embargo, no han elevado su protesta formal a Bruselas hasta conocer los datos del ejercicio de 1991.

Intermediarios

Los problemas de importaciones bajo dumping afectan, seg¨²n Oficemen, ¨²nicamente a Espa?a. Y dentro de Espa?a a las empresas del litoral mediterr¨¢neo (Molins, Uniland, Asland, Valenciana, Cementos del Mar, Hisalba y Financiera y Minera), a las que las importaciones dumping representan m¨¢s del 20%, seg¨²n Oficemen. La raz¨®n por la que no afecta a empresas radicadas en el centro o en el Norte se debe al alto coste del transporte por carretera (entre 14 y 18 pesetas por tonelada y kil¨®metro).

La denuncia a las importaciones dupimg se convierte tambi¨¦n en un ataque frontal a las empresas intermediarias, principales operadoras en el mercado de importaci¨®n. Entre ¨¦stas destacan Agrox, e Hispasilos. Esta empresa est¨¢ participada por el empresario Enrique Sarasola y su presidente es el diplom¨¢tico Nicol¨¢s Revenga, que fue embajador en Rumania, uno de los pa¨ªses denunciados. Agrox, por su parte, es una empresa cuya actividad original es la importaci¨®n de productos agrarios, pero ahora el cemento copa la mayor cuota de sus ingresos.

Seg¨²n los datos presentados en Bruselas para fundamentar la queja, los tres pa¨ªses denunciados venden su cemento con m¨¢rgenes muy -elevados (71% en el caso de Rumania, 70% en el de Turqu¨ªa y 45% en el de T¨²nez). Es decir, en el ejemplo de Rumania, el cemento que vende este pa¨ªs a los intermediarios en Espa?a es un 71% m¨¢s barato que su mercado interno. El precio medio de la tonelada de cemento en Rumania fue en 1991 de 57 ecus (unas 7.400 pesetas) mientras que en Espa?a se vende a 24 ecus (unas 3. 100 pesetas). Seg¨²n han manifestado los importadores, mientras para los fabricantes nacionales el margen por kilo es de cinco pesetas sobre siete; para ellos, este margen no supera las dos.