135 diputados peruanos eligen en la clandestinidad a un nuevo presidente
Un grupo de 99 diputados peruanos (la mayor¨ªa absoluta de una C¨¢mara de 180) y 36 senadores (mayor¨ªa absoluta de un Senado de 60 miembros), reunidos en Lima en la residencia particular de una diputada, eligieron como nuevo presidente al pastor evang¨¦lico Carlos Garc¨ªa, segundo vicepresidente de la Rep¨²blica. Los congresistas hab¨ªan aprobado previamente la resoluci¨®n que declara la incapacidad moral de? presidente-dictador Alberto Fujimori para desempe?ar la presidencia.
Desde la clandestinidad, el ex presidente aprista Alan Garc¨ªa concedi¨® una larga entrevista telef¨®nica al diario de izquierda La Rep¨²blica, en la que relata c¨®mo se salv¨¦ de la detenci¨®n cuando las tropas asaltaron su casa y califica de "acto desesperado de gente fracasada" el golpe de Estado de Fujimori.Los parlamentarios eligieron a Carlos Garc¨ªa como presidente ante la ausencia del pa¨ªs del primer vicepresidente, el industrial M¨¢ximo San Rom¨¢n, quien contin¨²a en Miami sin regresar a Per¨² tras su asistencia a la reuni¨®n del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Santo Domingo (Rep¨²blica Dominicana), donde le sorprendi¨® el fujigolpe.
[Mientras el Gobierno argentino ofrec¨ªa asilo pol¨ªtico a Garcia, refugiado en la embajada de Buenos Aires en Lima, Washington se apresur¨® a notificar a trav¨¦s de una alto funcionario de su Gobierno que Estados Unidos no reconocer¨¢ el nombramiento clandestino, informan agencias.]
Sin embargo, el presidente de Estados Unidos se declar¨® ayer favorable a que la comunidad internacional presione econ¨®micamente a Per¨² para obligar al presidente Alberto Fujimori a reinstaurar la democracia en su pa¨ªs y se mostr¨® partidario a la aplicaci¨®n de sanciones econ¨®micas de todo tipo para doblegar a Fujimori. "Estoy a favor de que presione a Per¨² porque no podemos sentarnos y mirar sin exigir la restituci¨®n de la democracia en Per¨²", dijo Bush, quien el pasado febrero se entrevist¨® personalmente con Fujimori en San Antonio (Texas) en el trasncurso de una cumbre antidroga, informa Albert Montagut desde Washington.
Pastor evang¨¦lico
Garc¨ªa es un pastor evang¨¦lico que acompa?¨® como segundo vicepresidente la candidatura de Fujimori, que gan¨® las elecciones en 1990. Los evang¨¦licos fueron un apoyo decisivo para el triunfo de Fujimori. Con su penetraci¨®n e n los sectores populares los evang¨¦licos se lanzaron por aquellos d¨ªas llenos de entusiasmo a predicar la "buena nueva" de la candidatura de Fujimori.Garc¨ªa representaba a estas corrientes en el partido fujimorista Cambio 90, pero el idilio con el presidente fue ef¨ªmero. Tras anunciarse las nuevas medidas econ¨®micas de corte neoliberal -el llamado fujichoque-, Garc¨ªa se opuso a Fujimori, quien no hizo ya el menor caso a su segundo vicepresidente.
Para Fujimori representa un peligro pol¨ªtico mucho mayor la figura de San Rom¨¢n, un industrial que aport¨® a la candidatura de Fujimori el apoyo de la peque?a y mediana industria. Ahora, San Rom¨¢n deshoja la margarita en Miami y no ha cesado de comunicarse con pol¨ªticos y diplom¨¢ticos en Lima. Condena el golpe en privado, pero hasta ahora el primer vicepresidente no se ha decidido a dar un paso adelante.
Un efecto palpable del fujigolpe es haber devuelto el liderazgo pol¨ªtico al ex presidente Alan Garc¨ªa. Con un tono inconfundible, Garc¨ªa arremete contra el nuevo r¨¦gimen y afirma que "un argumento econ¨®mico no es suficiente" para destruir la democracia y el orden constitucional. Garc¨ªa acusa a la camarilla que rodea a Fujimori aventura que "puede ser que Fujimori se quede con VIadimiro Montesinos, que ha sido acusado de traici¨®n a la patria; con Segisfredo Luza, un neur¨®tico asesino, o Augusto Zimmermann, un fracasado, como asesores".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.