Un 'cholo' humilde y sufrido
Se define a s¨ª mismo como "un cholo humilde y sufrido" que, sin embargo, rechaza el "culto a la pobreza" y a la meritocracia del fracaso que existe en el pa¨ªs. Se trata de M¨¢ximo San Rom¨¢n, de 46 a?os, primer vicepresidente de Per¨². San Rom¨¢n gusta de dar discursos en quechua, lengua que, como nativo del Cuzco, habla con deleite. Su discurso contiene frecuentemente refranes y dichos del habla popular, tanto quechua como castellano y el que m¨¢s repite en estos d¨ªas es el tradicional mandamiento incaico. "Ama sua, ama quella, ama llula". O sea, no robes, no mientas, no seas ocioso. Sobre todo, insiste en el segundo; no mientas.
De muy modesta procedencia provinciana, M¨¢ximo San Rom¨¢n emprendi¨® con ¨¦xito el camino que siguen miles de peruanos de condici¨®n similar a la suya: estudiar, trabajando a la vez como asalariado primero y peque?o empresario informal despu¨¦s.
Tras graduarse como ingeniero mec¨¢nico en 1979, San Rom¨¢n cre¨® una empresa de metal mec¨¢nica, que tuvo un desarrollo exitoso, especializ¨¢ndose en fabricar m¨¢quinas panificadoras. De ah¨ª nace otra autodefinici¨®n del vicepresidente: "Yo soy un cholo fierrero".
Su ingreso en la pol¨ªtica electoral se produjo tras ser presidente del gremio de peque?os y medianos industriales en 1988 y 1989. Su presencia y la del pastor protestante Carlos Garc¨ªa, como vicepresidente en la lista de Fujimori, le dio buena parte del favor y predicamento populares que le llevaron a arrasar la lista presidida por Mario Vargas Llosa en la segunda vuelta electoral de 1990.
Elegido presidente del Senado, se super¨® en experiencia pol¨ªtica y en asuntos mundanos merced a un buen sentido del humor (frecuentemente a costa de s¨ª mismo) y a una gran capacidad para conversar y ponerse de acuerdo con los diversos partidos pol¨ªticos en contra del agresivo estilo de Fujimori. Sin embargo, se mantuvo leal a ¨¦ste. Hasta el golpe.
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