"El se?or Kasar no est¨¢ en Marbella"
El traficante sirio ya no vive en su palacio de la Costa del Sol
"El se?or Kasar no est¨¢ en Marbella", dijo ayer uno de los empleados del palacio Mifaldi, propiedad del sirlo Monzer al Kasar, al abandonar su trabajo a la hora del almuerzo. Dos grandes cancelas met¨¢licas, dotadas con c¨¢maras de v¨ªdeo, protegen la entrada del majestuoso palacio cubierto de tejas verdes y que se encarama sobre escaleras de m¨¢rmol tra¨ªdo desde la ciudad italiana de Carrara.
La investigaci¨®n del Time reaviv¨® otra vez la pol¨¦mica sobre un personaje controvertido: Monzer al Kasar, traficante de armas para unos, de drogas para otros, y ahora figura central del atentado contra el avi¨®n de la Pan Am en 1988. Su cu?ado, Al¨ª Isa Duba, es el jefe de los servicios de inteligencia sirios, y su esposa, Ragda Habal, es pariente del presidente sirio, Hafez al Asad.La vocaci¨®n inmobiliaria de este magnate sirio parece tener como lugar predilecto la Costa del Sol espa?ola, y m¨¢s especialmente las lujosas urbanizaciones cercanas a Marbella, una ciudad donde naci¨® su tercera hija. A menos de un kil¨®metro de Puerto Ban¨²s, en plena milla de oro marbell¨ª, se alza su fastuosa villa.
Una plaza destinada a aparcamientos precede el porche de entrada del inmueble principal, rodeado de altas rejas verdes que se confunden con la tupida vegetaci¨®n. La piscina, de forma sinuosa, tres viviendas y una entrada de servicio completan la propiedad m¨¢s llamativa de la urbanizaci¨®n Altos de R¨ªo Verde, separada por una deteriorada carretera de media docena de vacas que pastan mansamente. Desde la calle no se divisa el helipuerto privado que encierra el palacio del magnate sirio.
La polic¨ªa asegura no tener noticias de Al Kasar, que posee en Marbella, adem¨¢s de este palacio valorado en m¨¢s de 500 millones de pesetas, una docena de apartamentos en la lujosa urbanizaci¨®n Gray de Albi¨®n, de Puerto Ban¨²s. Desde el mes de julio del pasado a?o, fecha en que se cumplieron los tres a?os de la orden de expulsi¨®n del Gobierno espa?ol, la polic¨ªa, se?alan fuentes de este cuerpo, no ejerce vigilancia sobre ¨¦l "a menos que lo solicite la Interpol".
En el mes de julio de 1987, Espa?a, como ya lo hab¨ªan hecho Francia, Austria, Reino Unido, Estados Unidos y Canad¨¢, declar¨® persona non grata a al Kasar, quien dispon¨ªa anteriormente del derecho de residencia en Espa?a. Sin embargo, varias fueron las veces que intent¨®, y en no pocas ocasiones logr¨®, entrar en el pa¨ªs. La primera un mes apenas despu¨¦s que se decidiera su expulsi¨®n, cuando fue detenido por la polic¨ªa en Marbella y embarcado en el aeropuerto malague?o con destino a Copenhague.
Pasaporte brasile?o
Antes hab¨ªa tratado, sin ¨¦xito, de entrar en el pa¨ªs con un falso pasaporte brasile?o. Desde entonces, hasta que la prohibici¨®n de entrada fue cumplida, Al Kasar pudo haber estado en Marbella hasta en cuatro ocasiones, visitando incluso alguna vez el casino de Nueva Andaluc¨ªa.
Al Kasar fue relacionado por el confidente Ricardo Portabales en negocios de droga con el capo gallego Laureano Oubi?a. As¨ª lo recog¨ªa el auto por el que Oubi?a fue puesto en prisi¨®n preventiva el 12 de junio de 1990. El auto mencionaba a Al Kasar como suministrador de drogas, y a?ad¨ªa que tambi¨¦n podr¨ªa haberle facilitado armas.
Pero sus dudosos y lucrativos negocios no se limitan a Espa?a. Tiene muchos pasaportes y nacionalidades, y form¨® parte de la red encubierta dirigida por el coronel norteamericano Oliver North quien, seg¨²n se hizo p¨²blico en las sesiones sobre el esc¨¢ndalo Irangate, le pag¨® 1,5 millones de d¨®lares para que comprara armas. Al ser interrogado sobre Al Kasar, el asesor para la Seguridad nacional, John Poindexter, dijo de ¨¦l: "Cuando uno compra armas, a menudo tiene que tratar con gente con la que no le gustar¨ªa ir a cenar".
Seg¨²n dijo North, fue gracias a los esfuerzos de Al Kasar que fueron liberados dos rehenes franceses en L¨ªbano, en 1988, a cambio del env¨ªo de un cargamento de armas al r¨¦gimen de Ir¨¢n.
Distintas polic¨ªas de Europa han considerado por otra parte a al Kasar relacionado con el Frente Popular de Liberaci¨®n de Palestina-Mando General de Ahmed Jibril, vinculado por la revista Time con el caso Lockerbie.
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