Aqu¨ª no pasa nada
Silencio oficial y expulsi¨®n de periodistas "porque ya no hay de qu¨¦ informar"
ENVIADO ESPECIALMuanmar el Gaddafi y Hosni Mubarak conversan en una peque?a localidad egipcia, pr¨®xima a la frontera con Libia. Stephen Mitchell, el abogado brit¨¢nico que asesora ' a los dos acusados libios por el atentado de Lockerbie, anuncia su llegada a Tr¨ªpoli. Los embajadores de la Comunidad Europea (CE) celebran un c¨®nclave en la capital libia. Todos ellos tratan de desenredar la madeja que ya se conoce con la expresi¨®n de crisis libia. Mientras, las sanciones decretadas por las Naciones Unidas contra el pa¨ªs magreb¨ª siguen su curso. En medio de la madeja, los ciudadanos libios. Su vida transcurre sin aparentes sobresaltos a pesar del bloqueo. Pocos se aventuran a hablar con un periodista occidental. Por miedo o por simple apat¨ªa. "Aqu¨ª no pasa nada", es la consigna oficial. Como ejemplo, el mensaje del Gobierno que acaban de recibir los periodistas extranjeros destacados en Tr¨ªpoli, en el que se les conmina a abandonar el pa¨ªs "porque ya no hay de qu¨¦ informar". Un autob¨²s del comit¨¦ popular de informaci¨®n exterior pasa por los hoteles para recoger a los periodistas y conducirles hasta la frontera con T¨²nez.
?Cree usted que habr¨¢ guerra? ?Nos atacar¨¢ !estados Unidos de nuevo?, pregunta un taxista, para acto seguido culpar a Washington de todos los males que padece Libia. M¨¢s que temor y preocupaci¨®n, la sensaci¨®n que se observa entre la poblaci¨®n es de cansancio. Cansancio de la presi¨®n exterior que ha ido en aumento desde hace meses, del aislamiento internacional al que se halla sometido el pa¨ªs y de la mala imagen que tiene Libia en el mundo.
"Los libios no somos terroristas como quiere hacer creer Estados Unidos", se lamenta un empleado de un hotel. Es dif¨ªcil saber si la desaz¨®n- que provoca en los ciudadanos la campa?a internacional contra Libia est¨¢ acompa?ada de un esp¨ªritu cr¨ªtico h¨¢cia las autoridades. El silencio contesta a la pregunta. Es cierto que el libio, por car¨¢cter, tiende a la apat¨ªa pol¨ªtica hasta el punto de que el propio Gaddafi ha azuzado a sus conciudadanos a una mayor iniciativa. Las manifestaciones de apoyo a la revoluci¨®n o de repulsa a las sanciones de los ¨²ltimos d¨ªas contaron con una presencia m¨¢s bien reducida. Apenas se recuerdan en Tr¨ªpoli movilizaciones multitudinarias.
"Muchos libios sue?an con un pa¨ªs como Arabia Saud¨ª. Lo cierto es que con los recursos que hay aqu¨ª y los pocos habitantes podr¨ªan alcanzar este sue?o", dice un comerciante liban¨¦s. Pero el sue?o no se ha hecho realidad y una parte de los numerosos residentes extranjeros ha hecho sus maletas. Hasta ahora la mayor¨ªa de los que se han ido son paquistan¨ªes, bengal¨ªes, filipinos y familiares de trabajadores occidentales. Egipcios -hay m¨¢s de un mill¨®n en Libia-, tunecinos y sudaneses permanecen. En sus pa¨ªses no les esperar¨ªa un futuro mejor. Aqu¨ª al menos ganan 140 dinares al mes (algo m¨¢s de 16.000 pesetas al cambio en el mercado paralelo) trabajando en la construcci¨®n, la hosteler¨ªa, en los puestos de venta ambulantes o barriendo calles. Son ellos quienes constituyen la verdadera fuerza de trabajo en Libia, exceptuando el sector petrolero.
Tampoco se han ido los 5.000 brit¨¢nicos y los 1.000 estadounidenses que viven en Libia, a pesar de las presiones que han recibido de sus gobiernos.
El embargo a¨¦reo, la suspensi¨®n de los suministros militares y la reducci¨®n del cuerpo diplom¨¢tico no son sanciones que afecten por ahora la actividad econ¨®mica. Los productos siguen llegando por tierra, desde T¨²nez y Egipto, o por mar, desde Malta y Chipre. "Mientras haya d¨®lares no habr¨¢ ning¨²n problema", asegura un comerciante. "La situaci¨®n empeorar¨¢ si se aplica un embargo petrolero". Incluso con la bajada de los precios del crudo Libia ingresa 18 millones de d¨®lares diarios.
Pero la soledad diplom¨¢tica de Libia es angustiosa. Y las medidas que el Gobierno toma como r¨¦plica a la expulsi¨®n de sus diplom¨¢ticos en diversos pa¨ªses del mundo no hacen sino agravarla. Tr¨ªpoli orden¨®- ayer la expulsi¨®n de seis diplom¨¢ticos de la Embajada francesa, informa la agencia Reuter. Por otra parte, las autoridades rusas demandaron ayer a la Embajada libia que redujera su personal acreditado en Mosc¨².
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