Carmen Mart¨ªn Gaite se proclama"una viciosa" de las palabras

La escritora Carmen Mart¨ªn Gaite, que ayer recibi¨® en Salamanca el premio Castilla y Le¨®n, de las Letras, se declar¨® "logoadicta perdida" y "una viciosa" por el que calific¨® como "deleite de engolfarse con las palabras". La escritora salmantina pronunci¨® el discurso de agradecimiento, que titul¨® Las glorias y las memorias, en nombre de los premiados: el cient¨ªfico Jos¨¦ del Castillo Nicolau, el fot¨®grafo Jos¨¦ N¨²?ez Larraz, el soci¨®logo Felipe Ruiz y los grupos naturalistas Ciconia-Meles. Carmen Mart¨ªn Gaite se?al¨® que ped¨ªa "albergue en el redil del que nunca me ha expulsado nadie, es decir, acudir a las palabras mismas y a su entra?a", ya que por su supuesta destreza, dijo, en "pastorear palabras" era por lo que se le hab¨ªa premiado. Destac¨® tambi¨¦n que el idioma castellano es "viejo o inservible para los que se empe?an en jubilarlo sin haberlo usado, responsables ellos mismos de esa oxidaci¨®n que le achacan".

Las palabras, se?al¨® la autora de Nubosidad variable, est¨¢n "al alcance de las manos si las sabemos buscar, y otras veces escondidas en los repliegues de la memoria ajena, tan ricas en facetas, tan ajustadas a la realidad como la fantasia, aptas para dar pasto al llanto, a la diversi¨®n y a la sorpresa". Seg¨²n Carmen Mart¨ªn Gaite, Ias hermosas palabras castellanas que la literatura recogi¨® de la voz del pueblo, archivadas en las arcas de la memoria, s¨®lo se entregan confiadas en manos de quien sabe desdoblarlas con esmero y airearlas con alegr¨ªa, de quien ha demostrado que disfruta jugando con ellas".

Tras "coger el hilo" de las palabras, Carmen Mart¨ªn Gaite se?al¨® que actualmente Ia vida en su dimensi¨®n de profundidad ha sido sustituida por un vector horizontal, rasante, que apenas roza la superficie de las cosas y cuyas presuntas excelencias aumentan en raz¨®n directa con el aumento de la velocidad, la diosa del momento, una diosa profana, escandalosa, falaz encubridora de vac¨ªo" ya que "borra la memoria, porque anula el contacto sensual y demorado no s¨®lo con las cosas sino tambi¨¦n con las palabras que las designan".