MiIIones de personas son 150 veces m¨¢s ricas que los mil millones m¨¢s pobres
El tercer informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) muestra conclusiones muy poco optimistas de hacia d¨®nde camina el mundo. La brecha entre pa¨ªses ricos y pobres se ha duplicado en los ¨²ltimos 30 a?os. Los 1.000 millones de personas m¨¢s ricas lo son 150 veces m¨¢s que los 1.000 millones m¨¢s pobres. El estudio indica tambi¨¦n que las diferencias dentro de los pa¨ªses industrializados van en aumento, hasta el punto de que algunos habitantes de EE UU (sexto pa¨ªs en desarrollo) tienen menor esperanza de vida que los de Bangladesh (n¨²mero 135).
Seg¨²n el Informe de desarrollo humano 1992, los sistemas de producci¨®n y comercializaci¨®n establecidos en el mundo van a ahondar las diferencias Norte-Sur. Entre el aluvi¨®n de datos manejados, tres resultan especialmente significativos de hechos y actitudes: los pa¨ªses industrializados -23% de la poblaci¨®n mundial- se llevan el 85% de la riqueza mundial, el 83% de los pa¨ªses industrializados aplica pol¨ªticas m¨¢s proteccionistas que hace 10 a?os, y los pa¨ªses del Tercer Mundo que m¨¢s ayudas reciben de los pa¨ªses ricos son precisamente aquellos que m¨¢s invierten en armamento y no los m¨¢s moderados.
La deuda externa
La deuda internacional es un cap¨ªtulo importante de los an¨¢lisis, que muestran que el endeudamiento total de los pa¨ªses subdesarrollados se ha multiplicado 13 veces en los ¨²ltimos 20 a?os. Seg¨²n el Banco Mundial, el 57% de la deuda corresponde a s¨®lo 20 pa¨ªses, encabezados por Brasil, M¨¦xico, Argentina, India y Egipto. El PNUD, que en este informe no s¨®lo plantea problemas y publica datos catastr¨®ficos, sino que tambi¨¦n sugiere v¨ªas de arreglo, subraya: "La mejor soluci¨®n ser¨ªa llevar a la pr¨¢ctica las propuestas de Trinidad, que contemplan la cancelaci¨®n de 2 / 3 partes de la deuda negociable y una renegociaci¨®n del resto en un plazo de 25 a?os". Propone tambi¨¦n una reforma del Banco Mundial. El PNUD no limita sus cr¨ªticas a la insolidaridad Norte-Sur, sino que tambi¨¦n las extiende al entramado interno -econ¨®mico y social- de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo.
El desigual reparto de la riqueza es destacado como especialmente grave en Brasil (donde el 20% de la poblaci¨®n m¨¢s rica tiene unos ingresos 26 veces superiores a los del 20% m¨¢s pobre) y, dentro de los pa¨ªses industrializados, en Portugal, Nueva Zelanda, Australia, Canad¨¢ (pa¨ªs que en la clasificaci¨®n general ocupa el primer puesto), Francia, Italia y Estados Unidos. Las diferencias entre el campo y la ciudad dentro de cada pa¨ªs tambi¨¦n son subrayadas y calificadas como "dram¨¢ticas", aunque se reconoce que son muy pocos los pa¨ªses que han facilitado los datos suficientes.
Se?ala, por ejemplo, que en Costa de Marfil s¨®lo el 18% de la poblaci¨®n en ¨¢reas rurales tiene acceso a servicios de sanidad, y en Afganist¨¢n, el 2 1 %; y que s¨®lo el 13% de las personas. que viven en zonas rurales de El Salvador y el 16% de Etiop¨ªa disponen de agua potable limpia.
Desigualdad hombre-mujer
Por ¨²ltimo, el PNUD describe una cuarta desigualdad: la referida a hombre/mujer. Los indicadores demuestran que en los pa¨ªses industrializados las disparidades entre los sexos han sido reducidas en ¨¢reas como educaci¨®n y salud. Sin embargo, siguen siendo notorias en lo concerniente a niveles de empleo y salario. Se exponen varios ejemplos: en Jap¨®n, las mujeres s¨®lo ganan una tercera parte del ingreso per capita promedio de lo que ingresan los hombres. En Estados Unidos, Canad¨¢ y Reino Unido, exactamente la mitad. Y en pa¨ªses tan igualitarios como Noruega, Finlandia y Dinamarca, las trabajadoras s¨®lo obtienen los 2/ 3 de los ingresos de los hombres.
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