Riff-raff
Acabo de ver una espl¨¦ndida pel¨ªcula de Loach sobre las condiciones de vida y esperanza de los trabajadores ingleses tras el paso del hurac¨¢n Thatcher sobre 150 a?os de conquistas del movimiento obrero, y me llega la noticia de la propuesta de huelga de la UGT, sin duda secundada por CC OO, respuesta a la declaraci¨®n de guerra unilateral del Gobierno socialista contra los sindicatos. M¨¢s ac¨¢ de la urgencia por fijar las medidas que hagan posible la convergencia con Europa, desde una pol¨ªtica econ¨®mica asfixiada por el fracaso de sus previsiones y por la impotencia del social-solchaguismo de llegar a un consenso con el movimiento sindical, parte del Gobierno ve en el pulso con los sindicatos el principio del fin de una guerra similar a la que permiti¨® a la nefasta dama de hierro machacar lo que quedaba de una cultura de la solidaridad social.La batalla va a ser dura, y lamentablemente no se prefigura un ganador convincente. A los sindicatos no se les ha dejado otra salida, y si pierden la batalla que no se hagan ilusiones los vencedores: la desertizaci¨®n de los derechos de los trabajadores, unida al clima de cinismo generalizado ante el comportamiento del poder, va a aumentar un absentismo ¨¦tico, pol¨ªtico y productivo que en nada va a favorecer la famosa competitividad. Va a aumentar la marginalidad social, no s¨®lo en esos niveles patol¨®gicos que luego se proyectan en las secciones de sucesos, sino en niveles m¨¢s extensos de masas desidentificadas, irresponsabilizadas de cualquier proyecto colectivo que no sea pagar las deudas y enterrar a los muertos.
Riff-raff quiere decir gentuza, chusma, ironizaci¨®n del director de la pel¨ªcula de la masa marginal creada por el thatcherismo. Cuesti¨®n de c¨¢lculo. Un 40% de chusma nos permite al 60% de gente respetable seguir aguantando el tinglado.
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