12.000 personas se entusiasmaron con Dire Straits en San Sebastian
Ante m¨¢s de 12.000 personas que abarrotaban el vel¨®dromo de Anoeta, la banda de Mark Knopfier, Dire Straits, conquist¨® su primer triunfo en el recorrido por Espa?a con un concierto de m¨¢s de dos horas de m¨²sica, que combin¨® sabiamente los temas del ¨²ltimo ¨¢lbum del grupo, On every street, con los grandes ¨¦xitos del pasado. Dire Straits act¨²a hoy de nuevo en San Sebasti¨¢n con las localidades agotadas desde hace semanas.
Dire Straits dio ayer en San Sebasti¨¢n el pistoletazo de salida al periplo que les llevar¨¢ por seis ciudades espa?olas en las primeras semanas de mayo dentro de la gira mundial de casi dos a?os que comenz¨® el pasado verano en Dubl¨ªn.Con puntualidad exquisita, el apag¨®n anunci¨® a las 21.30 horas la llegada de los m¨²sicos al escenario. Poco despu¨¦s la luz acompa?aba la salida pausada de Mark Knopfier, vestido con pantal¨®n vaquero, una amplia camisa blanca y el caracter¨ªstico pa?uelo de algod¨®n sobre la frente. Era la imagen del m¨²sico, agarrada a su guitarra, que ha dado la vuelta al mundo desde que en agosto Dire Straits rompiera su silencio de seis a?os con el lanzamiento de un nuevo elep¨¦ y el comienzo de la gira m¨¢s larga de la historia del rock. S¨®lo con saludar levantando el brazo derecho, Knopfler gan¨® la primera ovaci¨®n de la noche.
Calling Elvis, el primer sencillo extra¨ªdo de On every street, abri¨® el concierto. Sin apartarse un mil¨ªmetro del programa previsto llegaron despu¨¦s los sonidos bien conocidos Walk of life, So far away y Romeo and Juliet. El entusiasmo del p¨²blico lleg¨® al delirio con el primer ¨¦xito de Dire Straits, el veterano tema Sultans of swing y la habilidad d¨¦ los los nueve miembros de la banda supo mantener el nivel hasta los bises: Money for nothing y Brothers in arms.
Sin trampas audiovisuales
No hubo trampas audivisuales que disfrazaran la calidad de la m¨²sica. El pulido sonido de la banda de Knopfler s¨®lo cont¨® con el apoyo de un depurado equipo de luces.La gente que llen¨® hasta la bandera el vel¨®dromo de Anoeta aval¨® que Dire Straits es una banda para todos los p¨²blicos. En las gradas escucharon el concierto jovencitas que apuraban sus bocadillos antes de que comenzara a sonar la m¨²sica, parejas entradas en los 40 e incluso algunos chavales que no hab¨ªan aprendido a andar cuando el grupo de Knofler ya hab¨ªa conseguido llegar al n¨²mero uno. Pero la inmensa mayor¨ªa de los asistentes eran j¨®venes que frisaban los 20 a?os y todos dispuestos a divertirse con la m¨²sica de los Dire Straits en directo. El precio pagado por las entradas -3.800 pesetas- era una buena raz¨®n para sacarle partido a la fiesta.
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