Major anuncia su voluntad de trabajar con fervor por la comunidad Europea
El primer ministro brit¨¢nico, John Major, estuvo a punto de ser el aguafiestas de la cumbre comunitaria de Maastricht. Cuatro meses despu¨¦s, las cosas son muy distintas: mientras otros l¨ªderes de la Comunidad Europea (CE) cuestionan los resultados de aquella reuni¨®n, Major defiende vigorosamente los acuerdos para la uni¨®n pol¨ªtica y monetaria del Viejo Continente. La aplicaci¨®n del Tratado de Maastricht, la consecuci¨®n del mercado ¨²nico a partir de enero pr¨®ximo y el ingreso de nuevos pa¨ªses en la CE forma parte del programa de Gobierno de Major para la pr¨®xima legislatura, presentado ayer.
La reina Isabel II tom¨® asiento ayer, a las 11.30 de la ma?ana (hora local) en su trono de la C¨¢mara de los Lores, el ¨²nico que existe en el pa¨ªs, y procedi¨® a la lectura del programa gubernamental conservador para el pr¨®ximo a?o y medio. El discurso real, redactado por el primer ministro, conten¨ªa pr¨¢cticamente todas las propuestas legislativas con las que Major gan¨® las recientes elecciones: privatizaci¨®n de los ferrocarriles y de la miner¨ªa del carb¨®n, nuevas restricciones sobre las huelgas en el sector p¨²blico, reintroducci¨®n de la antigua Ley de Asilo para frenar la inmigraci¨®n y creaci¨®n de una loter¨ªa nacional.Por la tarde, en el debate sobre el discurso de la reina, John Major hizo especial hincapi¨¦, en la necesidad de preservar el impulso hacia la unidad europea. El Reino Unido asumir¨¢ la presidencia comunitaria durante el segundo semestre de este a?o, y su primer ministro se encontrar¨¢ en una posici¨®n muy favorable Para aplicar sus ideas respecto a la CE. Otros pa¨ªses comunitarios, como Alemania, Italia o Francia, atraviesan serias crisis pol¨ªticas o cuestionan ciertos aspectos de los acuerdos de Maastricht. Major, que acaba de obtener una nueva mayor¨ªa absoluta, no tiene problemas dom¨¦sticos ni reservas sobre Maastricht, y quiere dedicarse intensamente a la CE a partir de julio.
Major reiter¨® ayer su visi¨®n de una CE extendida hacia el norte y el. este, con la inclusi¨®n de paises como Suecia, Austria, Suiza, Polonia, Hungr¨ªa y Checos.lov¨¢quia. El Reino Unido, anunci¨¦ Major, se esforzar¨¢ como presidente semestral en facilitar esa futura ampliaci¨®n y en conseguir "un aut¨¦ntico mercado ¨²nico" a partir de enero de 1993. Tambi¨¦n propugnara una pol¨ªtica de defensa perfectamente coordinada con la OTAN".
El primer ministro anunci¨®, en el terreno interno, la equiparaci¨®n del idioma gal¨¦s al ingl¨¦s dentro de Gal¨¦s, lo que supone el fin de una larga discriminaci¨®n. ling¨¹¨ªstica, y la creaci¨®n de una loter¨ªa nacional "para sufragar buenas causas". Tales buenas causas ser¨¢n muy variadas: desde la mejora del patrimonio cultural a la renovaci¨®n del decr¨¦pito Metro londinense. En el apartado dedicado a la Carta de los Ciudadanos, sugestivo e inconcreto n¨²cleo del pensamiento pol¨ªtico de Major, he anunci¨® una ley que establecer¨¢ la supremac¨ªa de los derechos de los particulares sobre los derechos sindicales. Esta ley supondr¨¢ una enorme dificultad para la realizaci¨®n de huelgas en los servicios p¨²blicos.
Canto de cisne de Kinnock
El dimisionario l¨ªder laborista, Neil Kinnock, enton¨® su canto del cisne en el debate de ayer. Tenso y envejecido, Kinnock cumpli¨® con su obligaci¨®n y critic¨® el programa de Major. Pero lo hizo sin fe y sin nuevos argumentos. Procur¨® ser breve (algo muy poco habitual en ¨¦l) y salir del paso, a la espera de que su sucesor tome las riendas de la oposici¨®n a partir de julio.Como de costumbre, la sesi¨®n de apertura oficial de la legislatura se desarroll¨® en un ambiente distinto al de un colegio en el primer d¨ªa de curso. La mayor novedad fue ver a Betty Boothroyd, la nueva speaker (presidente) de los Comunes y primera mujer que ocupa el cargo, vestida con el traje de su funci¨®n, sin la peluca tradicional que ha dicho que no piensa ponerse nunca.
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