La ca¨ªda de un mito
Manuel Saiz es el hombre m¨¢s solo del pelot¨®n. El ONCE" su equipo, est¨¢ destrozado. Mientras el t¨¦cnico recuerda ahora la ausencia forzada. de Marino Lejarreta, diferentes estamentos de la Vuelta recuerdan sus afirmaciones -previas: "Puedo hacer.ganar la Vuelta al corredor de mi equi-. po que yo quiera".La crisis del ONCE es la ca¨ªda de un mito, del conjunto, que en 1991 hizo y deshizo a su antojo en la ronda espa?ola. El ONCE entr¨¦en el ciclismo profesional como un elefante en una cacharrer¨ªa. Saiz siempre ha tenido a su disposicion el pfesupuesto, que ha deseado. Todos los a?os ha fichado a las*figuras disponibles.
El pr¨²ner ano, 1989, sus l¨ªderes fueron Pcio Ruiz Cabestany y Herminio D¨ªaz Zabala., Fue una temporada de asentamiento. 1990 fue su primer a?o bueno, aunque a¨²n a nivel modesto. Herminio D¨ªaz Zabala, Marino Lejarreta y Eduardo Chozas lograron triunfos de etapa en la Vuelta, el Giro y el Tour. Por 14 segundos, los qw le distanciaron del Z, no logr¨® el triunfo por escuadras en las tres grandes rondas.
Su gran a?o fue 1991. Lleg¨® el monopolio de la Vuelta -el ONCE mantuvo el maillot amarillo desde el pricipio hasta el fin- y el triunfo- en pruebas menores. Fracas¨® en Italia y en Francia. 1592 se inici¨® de igual forma. Vuelta a Andaluc¨ªa y Vuelta a Valencia volvieron a ser para uno de sus hombres. Hasta que lleg¨® abril. Marino Lejarreta cay¨® en Amorebieta y se retir¨®. Laurent Jalabert, fichado con la ambici¨®n de conseguir la Copa del Mundo, se rompi¨® la clav¨ªcula.
Lleg¨® a la Vuelta como el equipo m¨¢s temido. Fall¨® en las contrarreloj iniciales; recuper¨® en una jornada de abanicos y se hundi¨® en la monta?a. Mauri, su ganador del a?o pasado, part¨ªa como jefe de filas. La monta?a no se ha suspendido este a?o y el catal¨¢n, que nunca ha sido un escalador, perdi¨® su rango.
"S¨®lo tengo equipo para vueltas peque?as. Tengo que recomponer el conjunto" afirma ahora sin rubor Saiz, quien piensa en no acudir al Giro y se est¨¢ replanteando la f¨®rma de afrontar el Tour. Ahora deber¨¢ conformarse con la alegr¨ªa de los modestos: triunfos de etapa.
El autoritarismo del director ha hecho que se enturbien sus relaciones con los corredores, auxiliares y con otros t¨¦cnicos. "Nosotros admitimos de buena gana,a todo el mundo, pero cuando llegauno que nos mira por -encima del hombro cuando gana, no lo aguantanios" comenta un t¨¦cnico que prefiere mantenerse en el anonimato.
Todos reconocen, sin embargp, que Saiz ha abierto puertas. "Fue el primero en llevar una roulotte para el" equipo, un equipo, de an¨¢lisis y otros avances que los dem¨¢s hemos incorporado", reconoce otro t¨¦cnico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.