"Tendr¨¢s un presidente europeo"
Helmut Kohl se dirigi¨® a un ni?o de unos ocho a?os de edad de La Rochelle y le dijo: "Cuando t¨² tengas 25 o 30 a?os habr¨¢ un presidente de Europa". El ni?o interrog¨® con la mirada a FranQois Mitterrand. El presidente franc¨¦s, que acompa?aba al canciller alem¨¢n en la visita a la escuela del chaval, asinti¨®.En La Rochelle, Mitterrand y Kohl quisieron mirar hacia el futuro. Uno y otro reafirmaron su voluntad de seguir avanzando, aunque sea a tientas, por la senda de la amistad franco-alemana, semilla, en su concepci¨®n, de la construcci¨®n europea.
El Eurocuerpo naci¨® con muchas lagunas, pero naci¨®, y eso pese a las tarascadas de algunos sectores de lo que Jean Musitelli, portavoz de la presidencia francesa, llam¨® "la nebulosa de la Administraci¨®n norteamericana". Sin' embargo, las declaraciones favorables al Eurocuerpo de Dick Cheney, el secretario de Defensa estadounidense, probaron que el canciller alem¨¢n ha conseguido apaciguar las inquietudes de Washington.
En realidad, el Eurocuerpo es, por el momento, un gran caj¨®n de sastre. Permite a. Francia "reflexionar" sobre sus relaciones con la OTAN; abre la puerta a la posibilidad de que Alemania opere militarmente fuera del marco de la Alianza Atl¨¢ntica; sirve de embri¨®n a un futuro "brazo armado" de la Uni¨®n Europea, y estrecha a¨²n m¨¢s los lazos entre Par¨ªs y Bonn.
La cumbre de La Rochelle ha confirmado que Mitterrand y Kohl siguen estando de acuerdo en la idea de que el modo de ganar la carrera al renacimiento de los nacionalismos a ambos lados del Rin es estrechar a¨²n m¨¢s los lazos entre sus dos pa¨ªses. A cada crisis franco-alemana reaccionan con una iniciativa que complica a¨²n m¨¢s la ruptura de la relaci¨®n entre esa pareja. Y es que los dos, como afirmaron en su visita a la escuela de La Rochelle, tienen muy presente el recuerdo de la II Guerra Mundial.
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