Guerra avala la pol¨ªtica del Gobierno a cambio de mantener su poder en el partido socialista

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, avala la pol¨ªtica del Gobierno a cambio de mantener sus parcelas de poder en el partido. Esta tesis, defendida p¨²blicamente por Izquierda Socialista y el socialismo no guerrista, tuvo su expresi¨®n en el mitin celebrado en Sevilla el domingo. Guerra elogi¨® a Felipe Gonz¨¢lez y a la vez pidi¨® cohesi¨®n y m¨¢xima disciplina en el PSOE. Gonz¨¢lez y Guerra mantuvieron las formas, pero estuvieron alejadas del calor de los tiempos anteriores a la salida del Gobierno del vicepresidente.

Gonz¨¢lez lleg¨® al Prado de San Sebasti¨¢n -el escenario del mitin- poco despu¨¦s de la una de la tarde. Le esperaban al pie de la tribuna Alfonso Guerra; el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, Manuel Chaves; el presidente del V Centenario, Luis Y¨¢?ez; y el secretario del PSOE andaluz, Carlos Sanju¨¢n; y subieron inmed¨ªatamente al estrado. En la tribuna tampoco hubo efusiones entre uno y otro y en el saludo final ni siquiera se entrelazaron las manos como era habitual en otros tiempos. Pocos instantes despu¨¦s cada uno marchaba por su lado. El guerrismo trat¨® de presentar el mitin del domingo, con la intervenci¨®n conjunta de Gonz¨¢lez y Guerira, como una manifestaci¨®n de la recuperaci¨®n de la sinton¨ªa entre ambos dirigentes socialistas y del resurgimiento del n¨²mero dos del partido, tras su salida del Gobierno en enero de 1991.

Esta manifestaci¨®n se encadenaba con la reuni¨®n del pasado mes de abril de Alfonso Guerra con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, y el secretario de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU), Miquel Roca, en la que recuper¨® su papel como interlocutor socialista ante los principales aliados del PSOE. O con la convocatoria a los secretarlos provinciales de organizaci¨®n, la pasada semana, para tratar de cuestiones internas del partido.

Paz y cesiones

Sin embargo, el socialismo no guerrista asegura que el actual esfuerzo de Alfonso Guerra va dirigido a aparentar la recuperaci¨®n de su fuerza anterior, pero la situaci¨®n ya no es la misma. Las dos reuniones mantenidas en febrero y mayo por Felipe Gonz¨¢lez con Alfonso Guerra y Txiki Benegas, en las que el guerrismo fundamenta el resurgimiento del n¨²mero dos del partido, tienen otra interpretaci¨®n para los cr¨ªticos del aparato socialista. Seg¨²n esta.s fuentes, en ambas reuniones se firm¨® la paz entre el Gobierno y partido -alterada a lo largo de 1991, tras la salida del Gobierno de Alfonso Guerra-, pero sin que ello significara la cesi¨®n del control del PSOE al vicesecretario genera.l. ?ste trata de abrirse un hueco y prodiga sus manifestaciones de apoyo al Gobierno y particularmente a su presidente, Felipe Gonz¨¢lez. "El hombre clue tiene el mayor reconocimiento internacional de la historia, que cuenta con vuestro afecto y con el cari?o de todo el pueblo", dijo el domingo en Sevilla.

Guerra, paralelamente a los elogios a Gonz¨¢lez, pidi¨® cohesi¨®n interna en el partido. Su mensaje ten¨ªa presentes los recientes conta.ctos establecidos entre los secretarios regionales del PSOE para hablar, entre otros temas, de la renovaci¨®n interna del partido.

Pero la manifestaci¨®n m¨¢s seria del poder¨ªo de Guerra ha sido la sustituci¨®n del comit¨¦ electoral que hab¨ªa trabajado desde 1979 en la consecuci¨®n de los triunfos en las urnas por gentes de su confianza. Los cuatro integrantes del Comit¨¦ -Te¨®filo Serrano, Ignacio Varela, Juan Manuel Membrillera y Luis P¨¦rez- fueron eliminados por su presencia y apoyo a la direcci¨®n de la Federaci¨®n Socialista Madrile?a (FSM), colocada en l¨ªnea renovadora.

El regreso de los fieles

El veterano equipo ha sido sustituido por un n¨²cleo de fieles que coordina Rafael Delgado, Fali, el secretario particular de Guerra. "Guerra con tal de no perder parcelas de poder es capaz de arriesgar la eficacia de la campa?a electoral", se afirma entre los renovadores. Gonz¨¢lez ha abierto los contactos con los secretarios regionales del PSOE, a la b¨²squeda de v¨ªas paralelas a las de la Comisi¨®n Ejecutiva, controlada por Guerra, y con los que est¨¢ abordando los problemas del pa¨ªs y del partido. Uno de los secretarios regionales asegura que Gonz¨¢lez le dijo que no quer¨ªa un partido controlado por Guerra y que hasta que no resolviera ese problema no abandonar¨ªa la secretar¨ªa.