El fin de la Austria roja
Un pu?ado de partidarios del nuevo presidente austriaco, Thomas Klestil, se congreg¨® la noche del domingo bajo el balc¨®n de la sede del partido conservador (OEVP) en el palacio Todesco, en el centro de Viena, junto a la ¨®pera. Eran j¨®venes, bellos, bien vestidos y muchos de entre ellos llamaban por tel¨¦fono port¨¢til a no se sabe qui¨¦n, mientras una banda de m¨²sica vestida con el traje tradicional de Carintia, la regi¨®n m¨¢s conservadora de Austria, interpretaba una marcha militar. La alta burgues¨ªa vienesa expresaba as¨ª, discretamente, su satisfacci¨®n. Celebraban varias cosas. Por un lado, el fin de un mal sue?o que ha durado seis a?os, durante los cuales ha pesado un estigma sobre el primer representante del pa¨ªs, cual si fuera la lepra, que ha supuesto un considerable aislamiento internacional de la diplomacia de Viena. Pero, por otra parte, parec¨ªan tambi¨¦n orgullosos de haber atravesado este desierto junto con el protagonista de esta historia, el mentiroso Kurt Waldheim, sin haber ceido a las presiones de la comunidad internacional que le estigmatiz¨® tras descubrirse su pasado como oficial nazi durante la II Guerra Mundial.
El propio Klestil, muy poco despu¨¦s de hacerse con la victoria, declar¨® que la marginaci¨®n de Waldheim "fue un ataque a Austria y a los austriacos", y asegur¨® que, en cada oportunidad que tenga, "se dedicar¨¢ a cerrar esa fisura". De hecho, el nuevo presidente ya ha anunciado que dedicar¨¢ todos sus esfuerzos a viajar para recuperar el tiempo perdido.
La otra celebraci¨®n, la que subyac¨ªa en el terremoto pol¨ªtico que sacudi¨® el domingo a Austria, era la aplastante vicoria del gran partido burgu¨¦s obre el socialdem¨®crata y lo que muchos, en el campo conervador, ven como el fin de la Austria roja, refiri¨¦ndose a la preponderancia del SPOE en la II Rep¨²blica. Por primera vez, el candidato conservador gan¨® en todos los distritos del pa¨ªs, incluida Viena, el gran basti¨®n tradicional de la izquierda.
Por si esto fuera poco, el h¨¢bil Joerg Haider, el hombre que se apoder¨® del viejo partido liberal (FPOE) y lo escor¨® hacia la extrema derecha, ha conseguido ser uno de los grandes ganadores de la elecci¨®n del domingo.
Los conservadores no van a poder olvidar que, gracias al consejo de Haider, Klestil se lev¨® nada menos que el 90% de los votos que en la primera vuelta obtuvo la candidata del FPOE.
No parece muy probable que, como ya ha pedido Haider, el Gobierno convoque elecciones anticipadas. La coalici¨®n entre conservadores y socialdem¨®cratas presidida por el canciller Franz Vranitzky puede llegar sin problemas hasta el final de su mandato. Pero lo que s¨ª parece claro es que las elecciones presidenciales que cerraban la ¨¦poca Waldheim han roto el tab¨² que manten¨ªa al partido de Haider fuera del Gobierno. La Austria que entre en la Comunidad Europea estar¨¢ m¨¢s escorada a a derecha que la Austria neuralista del pasado.
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