Suntuosa madurez

Oriundo de Gales y nacionalizado australiano, John Beard (Aberdare, 1943) presenta ahora una muestra individual en Madrid, ciudad en la que reside. Beard se form¨® art¨ªsticamente en el Reino Unido y en 1983 march¨® a Australia para ocupar un puesto docente en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Curtin, en Perth, donde permaneci¨® hasta hace un par de a?os cuando decidi¨® dedicarse a la pintura y viajar a Europa.Estos datos ayudar¨¢n a comprender algo m¨¢s de por que pinta Beard como pinta, dado que su estilo evoca la rom¨¢ntica reacci¨®n de regreso a la pintura que se produjo en Europa entre fines de los setenta y comienzos de los ochenta, una reacci¨®n que no fue un simple paso atr¨¢s, sino una integraci¨®n renovadora y compleja de elementos que la exhausta vanguardia lineal hab¨ªa dejado estancados, quiz¨¢ por falta de perspectiva.

Como Richter, Polke o Kirkeby, la pintura de Beard desarrolla ese lenguaje complejo posmodernista, donde las fronteras convencionales entre la figuraci¨®n y la abstracci¨®n o entre lo anal¨ªtico y lo expresionista han sido borradas. Ahora mismo, en plena madurez, el resultado logrado por Beard es de una brillantez suntuosa, plena de calidades y matices.

Por una parte, mantiene un dominio distanciado -inteligente, anal¨ªtico- con la pintura como medio f¨ªsico y como cocina, lo que se trasluce en la superficie pintada, cuya materia est¨¢ cargada de riqu¨ªsimos accidentes, de apariencia fresca, aunque no necesariamente espont¨¢nea, al modo de lo que har¨ªa un simple gestual; por otra, deja abierta una puerta al desahogo emocional, a una sensibilidad que dialoga en vivo con el ambiente, lo que trasmite a sus cuadros esa vibraci¨®n luminosa propia de un paisajista. En todo caso, su obra resulta intensa y hermosa.