Fracaso
Las guerras balc¨¢nicas son algo m¨¢s que la resoluci¨®n de una cuesti¨®n aplazada por la existencia de un orden internacional regional, consecuencia de las divisiones geopol¨ªticas de la primera y la segunda posguerra mundial. Para m¨ª representan uno de los m¨¢s estrepitosos fracasos de la raz¨®n, m¨¢s estrepitoso a¨²n si presumimos a los protagonistas de la matanza m¨¢s de 45 a?os de coexistencia en una educaci¨®n, al menos general b¨¢sica, inspirada en los principios de una cultura de la solidaridad. Se cre¨ªa que el liberalismo acentuaba la diferencia y la singularidad, y el marxismo, lo solidario y lo comunitario, y nos encontramos ante una situaci¨®n cultural objetiva en la que el liberalismo conduce a la uniformizaci¨®n y a la acentuaci¨®n y simplificaci¨®n de las desigualdades, y el marxismo oficializado no ha dejado m¨¢s que reaccionarios y yuppies supervivientes, y marxistas cr¨ªticos que fueron tan disidentes ayer como hoy y lo tuvieron tan crudo bajo el socialismo salvaje como bajo el liberalismo salvaje.Pero es que lo de la antigua Yugoslavia, adem¨¢s, es lacerantemente sangriento. ?C¨®mo es posible que se dispare contra alguien que sabes que es tan fr¨¢gil como t¨² y junto al que has formado en cualquier comuni¨®n laica, sea una selecci¨®n de baloncesto o sea la celebraci¨®n del d¨ªa de la rendici¨®n del nazismo? ?C¨®mo es posible que 45 a?os de inculcaci¨®n de humanismo materialista no haya creado una cultura de respeto a la vida como ¨²nica e intransferible? Si no ha sido as¨ª y se crucifica en los cuatro puntos cardinales del mundo, digan lo que digan las religiones, las filosof¨ªas emancipatorias y el internacionalismo de las v¨ªctimas, habr¨¢ que convenir que no hemos construido una alternativa suficiente a la barbarie, y mientras las hip¨®critas superestructuras del orden internacional bloquean Serbia, la industria y el comercio de las armas siguen viendo los Balcanes como un mercado muy prometedor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.