Indur¨¢in arranca unos segundos a sus rivales
Indur¨¢in se encontr¨® ayer con un peque?o bot¨ªn en las v¨ªsperas de Dolomitas. Sus principales adversarios —Chiapucci y Giovannetti— se vieron involucrados en una ca¨ªda en los kil¨®metros finales y perdieron 13 y 16 segundos, respectivamente, en la meta de Bassano. El incidente fue producto de un final muy nervioso, uno m¨¢s en este Giro sinuoso. Endrio Leoni, uno de los j¨®venes tiburones del sprint, sorprendi¨® a Cipollini en la llegada y se llev¨® la victoria.
Una vez m¨¢s el Giro coloc¨® su trampa en los kil¨®metros finales. Una peque?a cuesta a nueve kil¨®metros de Bassano provoc¨® la tensi¨®n entre los ciclistas, que hab¨ªan vivido una jornada tranquila con carretera plana durante 200 kil¨®metros. Pero el revuelo en el Giro llega con cualquier pretexto.
La excusa fue la cota de Rossina, un peque?o obst¨¢culo con apenas 200 metros de desnivel. En circunstancias normales, una subida de estas caracter¨ªsticas se deja de lado por los notables del pelot¨®n. Pero el Giro ha cambiado en los tres ¨²ltimos a?os. Donde s¨®lo hab¨ªa control y obediencia a los jefes se encuentra ahora un clima de constante ebullici¨®n. Nadie desde?a la posibilidad de una sorpresa en cualquier curva. Es el efecto Chiapucci, el s¨ªndrome de la dinamita que ha provocado el italiano en el pa¨ªs de la estrategia y la especulaci¨®n.
En la cuesta de la Rossina, el pelot¨®n clausur¨® una escapada protagonizada por 10 ciclistas sin mando en plaza. Entre ellos figuraban dos banestos, Armand de las Cuevas y Santamaria. Su trabajo era controlar el desarrollb de la jornada e impedir cualquier desgaste de su equipo en el pelot¨®n. El plan sigui¨® su curso hasta la subida. All¨ª apareci¨® Chiccioli, que se deja ver demasiado. Un corredor con pretensiones no puede lanzar el grupo para preparar el sprint de un compa?ero. Es lo que hizo Chiccioli con Cipollini.
Chioccioli se lanz¨® por Furlan, que hab¨ªa demarrado y en la sacudida todos se movieron. Los jefes por si ocurr¨ªa algo; los velocistas porque siempre tienen hambre. La consecuencia fue una ca¨ªda a tres kil¨®metros de la llegada en Bassano di Grappa. Es la loter¨ªa del Giro. Lelli rod¨® por los suelos, como Chiapucci. Y junto a Giovanetti y Herrera quedaron cortados. Indur¨¢in sigui¨® en el primer grupo y se encontr¨® con una renta peque?a pero sabrosa en la v¨ªspera del primer ataque a los Dolomitas.
Chiappucci, con un traumatismo en la mu?eca derecha, incluso podr¨ªa no tomar la salida hoy. Sali¨® del hospital con un vendaje r¨ªgido y su director, Davide Boifava., era muy pesimista a la vista de su estado.
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