PSOE y el PP fracasan de nuevo en su intento de renovar el Tribunal Constitucional

Las negociaciones entre el PSOE y el PP para renovar el Tribunal Constitucional llegaron ayer a tal punto de bloqueo que miembros del Gobierno no dudaron en afirmar que, finalmente, cada grupo tendr¨¢ que llegar al pleno del Congreso con su candidatura. El di¨¢logo de ayer entre el presidente del Grupo Socialista, Eduardo Mart¨ªn Toval, y el representantie del PP, Federico Trillo, dej¨® las cosas peor que estaban, ya que concluy¨® con el rechazo global de Trillo a los candidatos del PSOE y su convencimiento de que lo ¨²nico que quieren es mantener el sistema de cupos entre partidos.

Mientras tanto, Izquierda Unida sospecha que, al final, los dos partidos mayoritarios llegar¨¢n a un acuerdo y les marginar¨¢n.El portavoz del Grupo Socialista, Eduardo Mart¨ªn Toval, y el encargado de estas negociaciones por el PP, Federico Trillo, conversaron ayer sin que sus posiciones se acercaran m¨ªnimamente. El PSOE interpreta que los populares est¨¢n dilatando la negociaci¨®n porque el Gobierno es el m¨¢s perjudicado en su imagen por cada d¨ªa que transcurre sin resolver el problema.

El PSOE afirma igualmente que los populares est¨¢n "tensando la cuerda" al creerse imprescindibles, por entender que no es de recibo dejar fuera al primer partido de la oposici¨®n en una decisi¨®n de semejante trascendencia institucional.

Lista rechazada

Los negociadores socialistas aseguraban ayer que el PP rechaza totalmente la candidatura promovida por el PSOE, que tiene el visto bueno de los nacionalistas catalanes, de los centristas y de Izquierda Unida.

Los negociadores del partido socialista se?alan que el final de las conversaciones de cada reuni¨®n puede resumirse con el deseo del PP de que se acepte su lista, con el argumento de que est¨¢ formada por juristas de incuestionable prestigio e independencia. Una afirmaci¨®n a la que los socialistas contraponen el argumento de que tambi¨¦n en la suya hay personas de las mismas caracter¨ªsticas, e incluso, tambi¨¦n los hay fuera de las listas y que podr¨ªan discutirse.

El bloqueo de la negociaci¨®n, que continuar¨¢ hoy y durante la pr¨®xima semana, llevaba tanto a los socialistas como a los populares a considerar que cada cual someter¨¢ a votaci¨®n sus respectivas propuestas. La complejidad de la situaci¨®n hac¨ªa pensar ayer a los negociadores que quiz¨¢ tampoco en el pr¨®ximo pleno del Congreso sea posible elegir a los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional.

Previsiones de Gonz¨¢lez

Hasta ahora todas las previsiones han fallado incluida la del propio presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, que antes de partir en viaje hacia Bolivia se mostr¨® convencido de que la renovaci¨®n se producir¨ªa en el pleno que concluy¨® ayer. En estos momentos la demora en renovar el Constitucional pasa ya de cien d¨ªas.

As¨ª las cosas, la coalici¨®n Izquierda Unida ha renunciado a su iniciativa de convocar una reuni¨®n de todos los portavoces parlamentarios para elaborar una candidatura de consenso y piensa esperar para comprobar cu¨¢l es la verdadera actitud de los dos grupos mayoritarios.

Dirigentes de Izquierda Unida expresaron ayer su sospecha respecto a que, finalmente, el Partido Popular y el PSOE llegar¨¢n a un acuerdo y marginar¨¢n a las minor¨ªas. Respecto a los Candidatos que se vienen manejando, las posiciones entre socialistas y populares son distintas desde el principio.

El Partido Popular, por su parte, ha presentado p¨²blicamente cinco nombres: los magistrados Jos¨¦ Gabald¨®n, Clemente Auger, Rafael Mendiz¨¢bal, el catedr¨¢tico Manuel Alonso Olea y el fiscal C¨¢ndido Conde-Pumpido.

El PSOE se ha negado a facilitar los nombres que propondr¨ªa aunque se han conocido en el ¨¢mbito parlamentario: se trata de los catedr¨¢ticos Luciano Parejo, Jes¨²s Cruz Villal¨®n, Julio Gonz¨¢lez Campos, Carles Viver y Salvador Coderch, estos dos ¨²ltimos, al parecer, por iniciativa de Converg¨¦ncia i Uni¨®.

Portavoces del Partido Popular admiten, en privado, que los tres primeros propuestos por los socialistas re¨²nen las caracter¨ªsticas suficientes de prestigio e independencia pero, a rengl¨®n seguido, se niegan a admitir abiertamente que pudieran aceptarlos en combinaci¨®n con algunos de los nombres propuestos por los propios populares. Asimismo, estos portavoces repiten el argumento anteriormente se?alado de que supone regresar al sistema de cuotas.