La apat¨ªa domina la campana electoral en Israel

Isaac Shamir o Isaac Rabin. A 10 d¨ªas de las elecciones legislativas, ¨¦sa no parece ser exactamente la cuesti¨®n. En Israel se est¨¢ imponiendo el partido de la apat¨ªa, y lo que muchos pol¨ªticos consideran como la campa?a m¨¢s importante en los 44 a?os de historia del Estado israel¨ª es un acontecimiento tedioso, y, de no ser por los carteles que empapelan las calles, bien podr¨ªa pasar inadvertido.

Decepcionados con sus pol¨ªticos o convencidos de que las cartas ya est¨¢n echadas, los israel¨ªes ignoran los m¨ªtines y los anuncios proselitistas de la televisi¨®n. "Un gran Likud", dice la consigna de Shamir. "Israel espera a Rabin", dicen los laboristas. Los jud¨ªos bostezan. Ni Ios insultos han conseguido enfervorizar el ambiente. Los chistes son malos, y los esfuezos por magnificar la afici¨®n de Rabin por las copas o minimizar los atributos masculinos de Shamir apenas arrancan alguna que otra sonrisa. Mientras tanto, el Ej¨¦rcito israel¨ª a vuelto a entrar en L¨ªbano para atacar a las milicias proiran¨ªes de Hezbol¨¢.Como sus jefes, los activistas de los 29 partidos inscritos para la votaci¨®n del pr¨®ximo 23 de junio est¨¢n bien preocupados. El Likud. y los laboristas se han visto forzados a suspender el tradicional mitin f¨ªnal- en Tel Aviv alegando dificultades econ¨®micas. Lo cierto es que ambos temen encontrarse con las plazas casi vac¨ªas.

'La gente ni se molesta en recibir nuestro material", admite una joven que ofrece abanicos de su partido cerca del nuevo centro comercial de Jerusal¨¦n. "Es una p¨¦rdida de tiempo". Yaniv, un vendedor de discos, le da la raz¨®n. "Nada va a cambiar", dice.

Gente como Jerry Stevenson est¨¢ haciendo su agosto. Este jud¨ªo californiano dice que le faltan manos para vender su ¨²ltima creaci¨®n: una camiseta con caricaturas de los candidatos bailando al can-can. 'La gente est¨¢ harta de escuchar la misma cantinela", dice. "El Likud y los laboristas son dos caras de un disco rayado. No importa qui¨¦n gane".

Los pron¨®sticos registran un ligero repunte del laborismo, por dos razones: por un lado, muchos de los 3.409.315 electores quisieran ver un cambio, creen que un nuevo Gobierno solucionar¨¢ los problemas econ¨®micos y acabar¨¢ con la corrupci¨®n oficial. Por otro la p¨²blica disposici¨®n de Rabin a hacer ciertas concesiones a los ¨¢rabes para poner efectivamente en marcha el proyecto de paz es una opci¨®n tentadora en un pa¨ªs militarizado y cansado de guerras.

Netaniel Melgmev, profesor de primaria, afirma: "Siempre vot¨¦ por el Likud, pero esta vez cambiar¨¦, porque Rabin nos ofrece paz". Puede ser una ilusi¨®n.

Los tanques israel¨ªes avanzaron ayer a trav¨¦s de la denominada zona de seguridad de Israel, en el sur de L¨ªbano, y se adentraron en el pa¨ªs vecino para bombardear las posiciones de la guerrilla palestina y de la proiran¨ª de Hezbol¨¢.

Protegidos por helic¨®pteros y ca?oneras, siete tanques, un veh¨ªculo blindado y un n¨²mero indeterminado de soldados israel¨ªes, penetraron al menos un kil¨®metro en territorio liban¨¦s, ya fuera de la zona de seguridad, seg¨²n inform¨® un portavoz de la fuerza interina de Naciones Unidas en L¨ªbano (Unifil). Es la segunda incursi¨®n israel¨ª en el vecino pa¨ªs en menos de 15 d¨ªas.