Los constructores solicitan al Gobierno que apruebe un cr¨¦dito extraordinario de 200.000 millones

El descenso de las licitaciones (casi un 60% en el primer cuatrimestre del a?o), el paulatino incremento de las deudas del conjunto de las administraciones y la, al menos hasta hora, inconcrecci¨®n de c¨®mo se va a cumplir la promesa del plan de convergencia de destinar cada a?o el 5% del PIB a inversiones en infraestructuras, han encendido la luz de alarma en las empresas constructoras.Para intentar aliviar esta situaci¨®n, y asegurar los pr¨®ximos dos ejercicios, los constructores reclaman al Gobierno, a trav¨¦s tanto de la patronal (CNC) como de SEOPAN -organismo que re¨²ne a las principales empresas del sector-, la aprobaci¨®n de un cr¨¦dito extraordinario de 200.000 millones de pesetas.

Las empresas de la construcci¨®n consideran que esta medida es especialmente urgente por dos razones. En primer lugar, porque est¨¢n en peligro las grandes obras para los dos pr¨®ximos a?os. Hace unos meses, el Consejo de Ministros autoriz¨® al titular de Obras P¨²blicas, Jos¨¦ Borrell, para que ampliara por valor de 360.000 millones de pesetas los compromisos de inversi¨®n con cargo a los dos pr¨®ximos ejercicios. No obstante, para que esta medida sea efectiva, debe estar acompa?ada, por un compromiso de gasto en el a?o en curso de alrededor de 15.000 millones de pesetas.

En segundo lugar, ese cr¨¦dito extraordinario servir¨ªa para reducir las deudas contra¨ªdas por las administraciones. Los constructores cifran la deuda, siempre para el conjunto de las administraciones, entre 75.0.000 y 800.000 millones de pesetas. Econom¨ªa ha reconocido que la deuda de la Administraci¨®n central se sit¨²a en unos 90.000 millones de pesetas. La diferencia entre ambas cantidades se explica por la deuda de comunidades y ayuntamientos. Adem¨¢s, la Administraci¨®n contabiliza como deuda las obras ya certificadas, en tanto que las empresas lo hacen antes, cuando la obra acaba.

Al margen de esta petici¨®n, los constructores no acaban de ver claro c¨®mo pueden confluir dos de los grandes objetivos del programa de convergencia: la reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico, y el incremento de hasta el 5% del PIB de la inversi¨®n destinada a infraestructuras. "Esperarnos que nos lo expliquen lo antes posible", coinciden en se?alar varias fuentes del sector.