Sarajevo, un fantasmal escenario de fuego

ENVIADO ESPECIAL "Mira, son los nuestros, est¨¢n tomando el cementerio jud¨ªo". Tumbado en la terraza del duod¨¦cimo piso de un c¨¦ntrico edificio, Jasmin, un polic¨ªa bosnio, extend¨ªa ayer el brazo al vac¨ªo para se?alar entusiasmado las bocanadas de fuego que, en un bosquecillo junto al cementerio sefard¨ª del siglo XVI, hac¨ªan adivinar las nuevas posiciones en el avance de las tropas gubernamentales bosnias en el barrio de Vraca. Las fuerzas gubernamentales hab¨ªan lanzado en la madrugada del viernes una ofensiva para romper el implacable cerco de la guerrilla y el Ej¨¦rcito serbio al barrio de Dobrinja, donde ya han sido enterrados los primeros muertos de hambre.

"Tenemos que liberar Dobrinja, despu¨¦s echar a los terroristas de Ilidza y seguir hacia occidente, llegar al mar con los croatas. Hacer un corredor. S¨®lo as¨ª salvaremos Sarajevo", coment¨® Jasmin.Las esperanzadas palabras del polic¨ªa musulm¨¢n fueron acalladas por la explosi¨®n consecutiva de dos obuses de carro de combate en una casa de dos pisos cercana a su puesto de observaci¨®n, en la ladera norte del valle del r¨ªo Miljacka, que fluye por la capital bosnia. Cuando se disip¨® la nube de polvo y humo, la fachada del segundo piso mostraba un agujero por el que cab¨ªa un coche.

Durante muchos segundos, repiquetearon sobre los tejados vecinos los cascotes de una m¨¢s entre las miles de ruinas que ya cubren Sarajevo. Intensos silbidos cruzaban el valle de sur a norte. Part¨ªan de las lanzadoras m¨²ltiples de cohetes de las posiciones serbias y conclu¨ªan en fuertes explosiones sobre las casas de la ladera sur del monte Hum y en Nuevo Sarajevo, que desde lo alto parece ya una maqueta de ruinas, con paredes maestras desnudas y los esqueletos de los edificios de oficinas y apartamentos incendiados en los dos meses de incesante bombardeo.

A gran velocidad, caravanas de coches particulares repletos de hombres armados llegaban al semidestruido Parlamento. All¨ª se reagrupaban las fuerzas gubernamentales en el frente sur de Vraca y distribu¨ªan sus refuerzos al cerco de las fuerzas serbias. Los sitiadores, al menos un grupo de ellos, estaban ayer sitiados.

El polic¨ªa y sus acompa?antes escond¨ªan la brasa de sus cigarrillos tras la palma de la mano para evitar la atenci¨®n de las decenas de francotiradores serbios apostados en las casas de Vraca. Durante la noche del viernes al s¨¢bado, ese puesto hab¨ªa sido un palco de honor para el espect¨¢culo de una gran batalla urbana con intenso fuego artillero.

Seg¨²n ca¨ªa la tarde, los incendios de varias casas en Vraca, en el cuartel Mariscal Tito y en la estrecha franja de retaguardia bosnia en el monte Hum; las balas trazadoras de 30mm y 50mm, y los fogonazos de los morteros en acci¨®n convert¨ªan el centro moderno de Sarajevo en un fantasmal escenario de fuego.

A partir de medianoche, los combates en los barrios de Vraca, Momilo y Grbavica languidecieron y desde la una hasta las cinco de la ma?ana de ayer s¨®lo se escucharon explosiones aisladas de granadas de mortero y alguna r¨¢faga de fusil de asalto.

Dervo Harbinja, comandante de las fuerzas bosnias, expres¨® ayer su satisfacci¨®n por la ofensiva a¨²n en marcha cuyo objetivo ¨²ltimo es romper el cerco a Sarajevo. "Tenemos aisladas a las fuerzas terroristas en Vraca. Hay 1.500 hombres rodeados que ya no tienen contacto con el Ej¨¦rcito serbio. Les hemos cortado toda comunicaci¨®n con el cuartel de Lukavica y hemos hecho prisioneros. Desde el comienzo de esta operaci¨®n ayer hemos tenido seis muertos en nuestras filas otros tantos heridos pero tengo a certeza de que su n¨²mero de bajas es tres veces mayor".

"La diferencia est¨¢ clara", dice ?gor Baros, un serbio casado con una musulmana, que se encuentra en las filas de los defensores de Sarajevo. "Aparte de los aventureros y ladrones que s¨®lo est¨¢n en sus filas para saquear las zonas que dicen liberar, ¨¦sos de ah¨ª arriba tienen que coger por el brazo a jovencitos a los que obligan a ser sus voluntarios. Sin embargo, aqu¨ª hay colas para el reclutamiento. Es simplemente porque nosotros estamos defendiendo a nuestros hijos y nuestra ciudad".