M¨¢s de 150 pa¨ªses firman en R¨ªo unos tratados sin compromisos concretos para sus Gobiernos

ENVIADA ESPECIAL "Ya no tenemos otros 20 a?os para desperdiciar", afirm¨® ayer Maurice Strong, secretario general de la Cumbre de la Tierra, al hacer balance de lo que ha pasado durante los ¨²ltimos 15 d¨ªas en R¨ªo de Janeiro y compararlo con la I Conferencia de la ONU sobre Medio Ambiente y Desarrollo, la de Estocolmo de 1972. Aunque los participantes han firmado masivamente los cinco textos de la cumbre, un clima de desilusi¨®n por los pocos resultados concretos y de escepticismo ante el futuro presidi¨® ayer la ceremonia de clausura, de la que estuvieron ausentes la mayor¨ªa de los jefes de Estado y de Gobierno. La cumbre, en la que han participado 178 pa¨ªses, ya se ha convertido en un hito hist¨®rico por mostrar las diferencias y problem¨¢ticas relaciones entre el Norte y el Sur.

Strong, un empresario canadiense dedicado desde hace tres a?os a la preparaci¨®n de la cumbre, se mostr¨® ayer decepcionado por los escasos resultados de la cumbre -"lo que falla es la voluntad pol¨ªtica"-, aunque dijo que la convocatoria de la conferencia ha sido un ¨¦xito. Al recordar el papel similar que jug¨® en la primera conferencia de la ONU sobre Medio Ambiente, y Desarrollo, hace 20 a?os en Estocolmo, se emocion¨®: "Hice casi el mismo discurso final. Entonces o¨ª tambi¨¦n muchas promesas que no se cumplieron, pero ahora las pruebas de la destrucci¨®n. del medio ambiente ya no se pueden negar".Strong hizo un llamamiento a los pueblos para que exijan a sus gobernantes que cumplan las promesas hechas en R¨ªo: "Tenemos que conseguir que llegue a la gente el mensaje de que hay que cambiar, que el modelo de desarrollo que tenemos en los pa¨ªses ricos no se puede sostener". Se mostr¨® decepcionado porque no se han establecido sanciones contra el uso del medio ambiente como instrumento de guerra, como sucedi¨® en la Guerra del Golfo, ni se ha incluido el sector militar entre los sujetos a vigilancia ambiental.

El secretario general de la cumbre, que ha reunido a m¨¢s de cien jefes de Estado y de Gobierno, hizo una estimaci¨®n optimista de los compromisos anunciados por los pa¨ªses desarrollados. "Creo que ser¨¢n unos 7.000 millones de d¨®lares (700.000 millones de pesetas) anuales", calcul¨®, aunque dej¨® claro que no confiaba en que se tradujeran inmediatamente en medidas concretas las promesas hechas por los pa¨ªses desarrollados, los cuales no han querido comprometerse a fecha fija para aumentar su ayuda al Tercer Mundo hasta el 0,7% del PIB

Strong dijo: "Si queremos proteger el medio ambiente hay que introducir cambios en la econom¨ªa. Est¨¢ claro que necesitamos mecanismos financieros innovadores, como los permisos de emisi¨®n canjeables o tasas sobre la energ¨ªa". En su opini¨®n, la Comisi¨®n para el Desarrollo Sostenible creada en la cumbre debe tener nivel ministerial y recibir informes sobre las medidas nacionales. "Seguir¨¦ trabajando dentro y fuera de Naciones Unidas para conseguirlo", concluy¨®.

Unas horas antes, el secretario general de la ONU, Butros Gali, record¨®: "Todo lo que aporten los pa¨ªses desarrollados para proteger el medio ambiente mundial es una inversi¨®n en la seguridad futura".

M¨¢s de 150 pa¨ªses hab¨ªan firmado ayer los tratados sobre biodiversidad y cambios clim¨¢ticos, los dos documentos vinculantes presentados por la ONU. Ambos convenios permanecer¨¢n abiertos a nuevas firmas un a?o.

El primer tratado no contiene compromisos concretos, pero reconoce la posibilidad de una cat¨¢strofe ecol¨®gica como consecuencia del efecto invernadero y la necesidad de limitar las emisiones contaminantes que lo causan. El segundo, que se ha negado a firmar EE UU, subraya la necesidad de proteger la vida salvaje, y establece principios generales sobre la propiedad de los recursos gen¨¦ticos, la necesidad de pagar a los pa¨ªses propietarios por utilizarlos y el mecanismo de financiaci¨®n por parte de los pa¨ªses ricos para contribuir a su conservaci¨®n en otros pa¨ªses.

Los otros tres textos son m¨¢s gen¨¦ricos. La Declaraci¨®n de R¨ªo y la de Bosques establecen principios globales sobre la urgencia de conservar el entorno. Han sido firmadas por todas las delegaciones.

La Agenda 21 es un voluminoso plan de acci¨®n para el siglo que viene en el que a trav¨¦s de 40 cap¨ªtulos repasa todos los temas relacionados con medio ambiente y desarrollo, desde la educaci¨®n y las pol¨ªticas demogr¨¢ficas a la biotecnolog¨ªa y la desertificaci¨®n. Marca adem¨¢s pautas para conseguir un desarrollo sostenible, las dos palabras m¨¢gicas de esta cumbre.

Los pa¨ªses petroleros, liderados por Arabia Saud¨ª, intentaron quitar, sin conseguirlo del todo, las referencias a la necesidad de eficacia energ¨¦tica y alternativas al petr¨®leo como combustible contaminante.