Vivos, en la f¨¢brica; muertos, a cementerios secretos

Tradicionalmente, los ni?os han trabajado en las actividades agropecuarias, comenzando por las tareas m¨¢s ligeras. Pero actualmente muchas familias tienen que enviar a sus hijos a minas o peque?as f¨¢bricas de cerillas o alfombras. Seg¨²n un estudio de la OIT en el departamento de Madre de Dios (Per¨²), el 20% de los que se dedican a la producci¨®n de oro tienen de 11 a 18 a?os. En julio de 1991 los inspectores de Trabajo descubrieron 71 cementerios secretos con huesos de decenas de ni?os.

Los ni?os son id¨®neos para ciertas labores. En la India, de los 300.000 trabajadores de la industria de las alfombras, un tercio son ni?os: tienen dedos ¨¢giles y la vista muy fina, y son capaces de estar sentados en la misma postura horas y horas. Peor a¨²n es el caso de los 28.000 ni?os que trabajan en las minas de Meghalaya, que tienen que reptar por t¨²neles de 90 cent¨ªmetros de ancho. Cuando crecen, ya no sirven para ese trabajo y lo pierden.

El trabajo dom¨¦stico es uno de los tajos menos visibles para las estad¨ªsticas y uno de los m¨¢s frecuentados por las ni?as, junto con las f¨¢bricas de microcomputadoras, la confecci¨®n de alfombras y bordados.

Las consecuencias para los ni?os son muy graves: lesiones visuales y ¨®seas, deformaciones, numerosos accidentes, muerte temprana. Seg¨²n informes de 199 1, la mitad de los ni?os sometidos a trabajo forzoso en las f¨¢bricas de alfombras paquistan¨ªes no llega nunca a los 12 a?os.