El retraso en la recuperaci¨®n econ¨®mica obliga a Bush a una nueva ofensiva electoral
En medio de un panorama de desconfianza por la lentitud de la recuperaci¨®n econ¨®mica, el presidente de Estados Unidos, George Bush, recorri¨® este fin de semana los dos mayores Estados del pa¨ªs -Tejas y California- para asegurar a los electores que aplicar¨¢, contra la recesi¨®n la misma energ¨ªa que utiliz¨® en la guerra del Golfo. Bush se ha lanzado a la ofensiva despu¨¦s de la negativa situaci¨®n que muestran los ¨²ltimos indicadores econ¨®micos, en los que se refleja que la situaci¨®n econ¨®mica no mejora al ritmo que cab¨ªa esperar a estas alturas del a?o.
En California y Texas, dos de los estados donde la crisis ha hecho m¨¢s da?o y donde m¨¢s ha crecido tambi¨¦n el fen¨®meno Ross Perot, el presidente volvi¨® a pedir paciencia a la poblaci¨®n y confianza en que, con la entrada del oto?o, la recesi¨®n iniciada hace casi dos a?os ser¨¢ s¨®lo un mal recuerdo."Alguna gente me pregunta", dijo Bush el s¨¢bado en la convenci¨®n del Partido Republicano de Texas, "por qu¨¦ no tengo con la econom¨ªa los mismos resultados que en la operaci¨®n Tormenta del Desierto. La respuesta es porque el Congreso no me lo permite. Pero despu¨¦s de agosto me ver¨¢n arremangarme para empezar esta campa?a en serio y ustedes ver¨¢n el pa¨ªs caminar de nuevo".
Las palabras de Bush son, en realidad, un nuevo plazo para levantar definitivamente una econom¨ªa que se supon¨ªa que estar¨ªa recuperada en enero, que se retras¨® despu¨¦s para la primavera y que ha entrado en el verano todav¨ªa con preocupantes signos de debilidad.
El Departamento de Comercio inform¨® el pasado jueves que el d¨¦ficit comercial aument¨® hasta los casi 7.000 millones de d¨®lares en el mes de abril -un 25% de incremento sobre el mes anterior-, con una ca¨ªda de las exportaciones del 1,6% para llegar a la cifra de 43.360 millones de d¨®lares. Bush ignor¨® abiertamente estas cifras cuando en su discurso de Texas asegur¨® que, sigue creciendo la venta de los productos norteamericanos en el exterior. A pesar de ello, el d¨¦ficit con Jap¨®n creci¨® entre abril de: 1991 y abril de 1992 en 1.000 millones de d¨®lares.
En el mismo mes de abril el desempleo lleg¨® hasta un 7,5%, lo que constituye un porcentaje r¨¦cord desde agosto de 1984 y, oblig¨® al Gobierno a considerar nuevas medidas de protecci¨®n a los parados, en abierta contradicci¨®n con sus promesas de recortar un d¨¦ficit p¨²blico que llegar¨¢ este a?o a los 400.000 millones de d¨®lares.
Paro e inflaci¨®n
En estos momentos existen en Estados Unidos casi 10 millones de personas sin empleo, de las cuales, a finales de mayo, recib¨ªan asistencia del Estado, 3,38 millones, casi 100.000 m¨¢s que en el mes anterior. La pasada semana el Senado pas¨® una, ley que supone el gasto de 5.400 millones de d¨®lares para ampliar el tiempo de cobertura del seguro de desempleo en aquellos estados especialmente afectados por la crisis.El Gobierno insiste en que el aumento del paro es consecuencia del mejor ambiente: econ¨®mico, que empuja a m¨¢s gente a sumarse al mercado laboral. Pero los expertos consideran que este problema es el resultado de la debilidad de la recuperaci¨®n, que hace que los empresarios desconf¨ªen de la situaci¨®n y se resistan a aumentar sus plantillas.
En los primeros meses de 1992, despu¨¦s de casi dos a?os de recesi¨®n, la econom¨ªa ha crecido en torno al 2,5%, cuando Estados Unidos estaba acostumbrado a superar las fases recesionarias con crecimientos de m¨¢s del 6%. La inflaci¨®n, uno de los indicadores mejor controlados, tambi¨¦n se ha disparado con un 0,4% en mayo.
Tal vez lo peor desde el punto de vista pol¨ªtico es que, con esa tasa de crecimiento tan modesta y con la persistencia del paro, la poblaci¨®n no tiene conciencia de que la recesi¨®n haya sido ya superada. Los gastos de lo consumidores subieron en el mes de mayo un rid¨ªculo 0,4%, a pesar de que muchas compa?¨ªas han recurrido a guerras de precios que ponen en peligro la estabilidad de algunas empresas.
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