La nueva Constituci¨®n paraguaya disgusta al presidente Rodr¨ªguez
La nueva Constituci¨®n de Paraguay, que deroga la promulgada durante la dictadura de Alfredo Stroessner, entr¨® en vigor a las cero horas del domingo (6 de la ma?ana en Espa?a), tras varios d¨ªas de crisis pol¨ªtica, desencadenada por la prohibici¨®n de reelegir al actual presidente, Andr¨¦s Rodr¨ªguez, de 69 a?os. El mandatario no acudi¨® a la ceremonia de jura de la nueva Constituci¨®n, celebrada el s¨¢bado en Asunci¨®n, ante la Convenci¨®n Nacional Constituyente, pero la jurar¨¢ hoy en un acto en el Congreso.
Para los pesimistas, la nueva Constituci¨®n paraguaya ha sido ya violada en el mismo claustro materno, antes incluso de entrar en vigor, con la actitud del presidente Rodr¨ªguez de no acudir a jurar ante los constituyentes, tal como lo exige el art¨ªculo 2 de las disposiciones finales y transitorias. Los optimistas se dan con un canto en los dientes y se conforman con que Rodr¨ªguez acuda hoy a jurarla ante el Congreso. No es la forma prevista, pero al menos la acata. No es poca cosa tras la crisis y la ola de rumores de los ¨²ltimos d¨ªas.La prohibici¨®n expresa de su reelecci¨®n indign¨® al presidente. Rodr¨ªguez acus¨® a los desagradecidos y a los que ofendieron a ¨¦l y a su familia por haber dudado de su palabra de que no se presentar¨ªa a la reelecci¨®n. Esto provoc¨® declaraciones de adhesi¨®n y manifestaciones, que evocaron el viejo tufo del stronismo".
Entre alguna de las frases antol¨®gicas de estos d¨ªas merece la pena destacar una que proviene precisamente del ministro de Justicia, Hugo Estigarribia: "Unos pocos no han comprendido que la palabra de un soldado vale m¨¢s que mil leyes". M¨¢s inquietante a¨²n fue una declaraci¨®n del comandante de la Armada, vicealmirante Eduardo Gonz¨¢lez Petit, cuando asegur¨®: "Los militares esperan ¨®rdenes para cualquier necesidad".
El m¨¢s popular
A este clima hay que afiadir el hecho de que Rodr¨ªguez es el personaje pol¨ªtico m¨¢s popular del pa¨ªs, que ganar¨ªa de forma arrolladora una nueva elecci¨®n; la impopularidad de los constituyentes, blanco de ataques de casi todos los sectores sociales, y las querellas internas del partido de Gobierno, la Asociaci¨®n Nacional Republicana (ANR), los Colorados, con d¨¦cadas de ejercicio del poder y de participaci¨®n en la corrupci¨®n.
Una palabra de Rodr¨ªguez habr¨ªa bastado para abortar la nueva Constituci¨®n, pero el general se conform¨® con dejar patente su indignaci¨®n y con saborear los actos de adhesi¨®n popular m¨¢s o menos espont¨¢nea. Lo que m¨¢s indigna a Rodr¨ªguez y a su entorno es que la disposici¨®n transitoria 19, la que prohibe su reelecci¨®n, haya sido posible gracias a los votos de un sector de su propio Partido Colorado que vot¨® con la oposici¨®n. Los Colorados ten¨ªan una mayor¨ªa suficiente en la constituyente para imponer lo que quisieran.
La oposici¨®n desconfiaba de Rodr¨ªguez y le tem¨ªa como contrincante en una elecci¨®n presidencial el a?o que viene. El constituyente liberal Miguel Abd¨®n Saguier declar¨®: "Tambi¨¦n en 1967 nos dijeron que el general Stroessner no iba a ser reelecto por m¨¢s de dos periodos. Sin embargo fueron los mismos correligionarios del general Rodr¨ªguez [los Colorados] quienes modificaron la Constituci¨®n y consagraron el vitaliciado".
A la l¨®gica postura de la oposici¨®n de prohibirle la reelecci¨®n se uni¨® un sector de constituyentes colorados y esto fue lo que indign¨® al presidente. Rodr¨ªguez se sinti¨® traicionado por su propio partido, donde algunos aspirantes a la sucesi¨®n ve¨ªan con temor la posibilidad de que siguiese en el poder. A pesar de sus reiteradas declaraciones de que no se presentar¨ªa a la reelecci¨®n, hab¨ªa indicios de que Rodr¨ªguez podr¨ªa no cumplir su promesa.
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