El 'halc¨®n de los halcones'

El rabino Moshe Lebinger madrug¨® ayer para abalanzarse sobre los colonos jud¨ªos del asentamiento de Kiryat Arba escoltado por dos robustos guardaespaldas que bland¨ªan metralletas y pistolas.

Con el voto en la mano, el candidato del partido extremista Tora y Tierra pos¨® para los fot¨®grafos en la primorosa escuela primaria donde los dibujos infantiles han sido desde hace tiempo tapados por carteles de los halcones m¨¢s feroces de Israel.

Con pocas palabras, el rabino Lebinger les asegur¨® a aquellos que hac¨ªan cola que ¨¦l era el halc¨®n de los halcones y que pase lo que pase ser¨¢ fiel a la imagen de que ¨¦l mismo se ha dotado en el anuncio m¨¢s controvertido de la tediosa campa?a electoral israel¨ª.

Lebinger, que pas¨® cuatro meses en la c¨¢rcel por matar a tiros a un inocente transe¨²nte palestino que os¨® pasar por la puerta de ' su fortaleza en el coraz¨®n de Hebr¨®n, se ha procurado tal imagen que ayer muchos de los electores de Kiryat Arba rogaban a los fot¨®grafos que no los retrataran en su compa?¨ªa.

"Tengo la soluci¨®n para la Intifada", dec¨ªa con voz ronca, palmeando las espaldas de los colonos judios radicales Metralleta al. hombro, aparec¨ªa pase¨¢ndose las calles ¨¢rabes de Hebr¨®n prometiendo "tierra segura".

El mensaje es simple e inconfundible: el que vive a pedradas, a balazos ha de morir. La ¨²ltima escena del anuncio mostraba un parabrisas destrozado, y luego al sonriente rabino vaciando con entusiasmo el cargador de su pistola autom¨¢tica apuntando un objetivo invisible pero pol¨ªticamente claro.

Para decepci¨®n de los fot¨®grafos, Lebinger no fue a votar con su UZI en ristre. Pero lo que dijo a tres periodistas extranjeros no alter¨® en lo m¨¢s m¨ªnimo su confianza en que la fuerza de los jud¨ªos tiene que salir siempre del ca?¨®n de un arma de fuego. "Para terminar con la Intifada hay que cambiar radicalmente las reglas del juego del Ej¨¦rcito", dijo.