Los dos Isaac
Todo diferencia a los dos principales candidatos a las elecciones israel¨ªes, Shamir y Rabin
Salvo el nombre de pila, todo diferencia a los dos principales candidatos a las elecciones legislativas israel¨ªes. En una socidad tan militarizada como ¨¦sta, s¨®lo tienen un punto com¨²n: ambos han empu?ado armas. Isaac Shamir, de 76 a?os, candidato del derechista Likud, fue jefe de uno de los grupos de resistencia jud¨ªos contra los brit¨¢nicos, el Stern, famoso por la violencia de sus acciones. Su rival, Isaac Rabin, de 70 a?os, candidato laborista, fue jefe del Estado Mayor del Ejercito cuando el Estado judio gan¨® su m¨¢s espectacular victoria, la de la guerra de los Seis D¨ªas, en 1967.
El actual primer ministro, Shamir, es un hombre m¨¢s bien comedido, taciturno, poco propenso a dramatizar y enemigo de las exageraciones. No es un tribuno: convence m¨¢s en una pantalla de televisi¨®n que en un mitin p¨²blico. Tal vez por esta raz¨®n no pas¨® el ¨²ltimo d¨ªa de la campa?a electoral dirigi¨¦ndose a la muchedumbre, sino m¨¢s bien en casa, llamando a decenas de dirigentes de su partido para darles ¨¢nimo personalmente.Rabin, en cambio, es m¨¢s extravertido. Su estilo directo, una caracter¨ªstica com¨²n entre los norteamericanos y los sabras (los jud¨ªos nacidos en Israel), gusta en Washington, tanto en el Congreso como en la Casa Blanca. Es, adem¨¢s, un hombre con una carrera fulgurante, que se impuso en 1973 como primer ministro frente a varios dirigentes m¨¢s experimentados de su partido.
Las diferencias entre los dos Issac no se refieren s¨®lo a su personalidad. Ata?en tambi¨¦n a sus convicciones pol¨ªticas. A pesar de su aparencia casi paternal, Shamir tiene las convicciones intransigentes de una persona enteramente dedicada a una sola tarea: Eretz-Israel, es decir elmantenimiento del territorio israel¨ª en sus fronteras b¨ªblicas, que incluyen los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania.
Shamir no est¨¢ dispuesto a ceder territorio, y se aferra a esta obstinaci¨®n con una tenacidad implacable, aunque esta actitud implica enfrentarse con el mundo entero, e incluso con Estados Unidos, cuya ayuda econ¨®mica es al fin y al cabo imprescindible para el equilibrio de las finanzas del Estado jud¨ªo.Rabin, en cambio, es ante todo un pragm¨¢tico, consciente de la correlaci¨®n de fuerzas internacional y de lo que ella implica para el Estado de Israel. Sabe que su pa¨ªs no puede oponerse a Estados Unidos -un pa¨ªs donde fue embajador a principio de los a?os setenta- so pena de caer en un aislamiento suicida.
Este estilo pragm¨¢tico le lleva, por ejemplo, a oponerse a proseguir con los asentamientos pol¨ªticos en los territorios ocupados, aunque defiende la necesidad de no abandonar lo que ¨¦l llama con eufemismo asentamientos militares.
Experiencia p¨²blica
En cuanto a experiencia de la gesti¨®n p¨²blica, ambos Isaac pueden invocar una experiencia al m¨¢s alto nivel. Despu¨¦s de una carrera pol¨ªtica mete¨®rica, Rabin fue propulsado en la cumbre del partido y nombrado primer ministro en 1974, hasta que Shamir le arrebate el cargo en 1987. Queda por ver si el 23 de junio de 1992 es, para el l¨ªder laborista, el d¨ªa de la revancha sobre su viejo rival.
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