Un enfermo de sida brit¨¢nico contagia a varias mujeres en venganza por una negligencia medica

Un ciudadano brit¨¢nico afectado por el sida podr¨ªa estar propagando voluntariamente la enfermedad entre las mujeres de Birmingham (centro de Inglaterra), como venganza por la negligencia m¨¦dica que caus¨® su problema. Por el momento, cuatro de las mujeres con las que ha mantenido relaciones sexuales en los ¨²ltimos dos a?os han contra¨ªdo el sida, y una de ellas ha muerto. Las autoridades sanitarias se han visto hasta ahora impotentes para poner fin a las actividades de este hombre, por la falta de leyes ¨²tiles para enfrentarse a este tipo de situaciones.

El conflicto, conocido desde hace semanas por el Ministerio de Sanidad, fue hecho p¨²blico ayer por una de las mujeres afectadas. En declaraciones al diario Birmingham Post, la mujer, Lynette Russell, de 39 a?os y con dos hijos, expres¨® su convicci¨®n de que el hombre actuaba "con ¨¢nimo de venganza". "Sol¨ªa decirle que deber¨ªamos usar condones, pero ¨¦l me contestaba: 'No si me amas", explic¨®. "Creo que en realidad se siente solo y sin esperanzas. Necesita ayuda", a?adi¨® la v¨ªctima, quien destac¨® que la ausencia de leyes espec¨ªficas contra este tipo de delito supone de hecho para el infectado una Iicencia para matar".La identidad del hombre se mantiene en secreto. Se sabe que es hemof¨ªlico y que contrajo el virus hace dos a?os, durante una operaci¨®n quir¨²rgica de poca importancia efectuada en Estados Unidos.

Averigu¨® casi inmediatamente despu¨¦s que su sangre estaba infectada, y desde entonces ha mantenido relaciones sexuales "con docenas de mujeres, siempre sin preservativos", de acuerdo con el testimonio de la mujer que ha revelado el caso.

Derechos individuales

Las autoridades sanitarias brit¨¢nicas trazaron su pista al constatar que cuatro mujeres afectadas por el sida en Birmingham ten¨ªan, como ¨²nico nexo com¨²n, el haber mantenido relaciones con un mismo hombre.Los m¨¢ximos responsables del Ministerio de Sanidad en Birmingham y los doctores que descubrieron el problema se reunieron ayer para tratar de buscar una soluci¨®n. Al t¨¦rmino de la reuni¨®n, anunciaron que resultaba imposible emprender ning¨²n tipo de acci¨®n legal y que prefer¨ªan pensar que el hombre hab¨ªa obrado sin ¨¢nimo de venganza, "m¨¢s bien con enorme irresponsabilidad". La ley ofrece pocas alternativas para detener la supuesta venganza. El director generalde Sanidad, Bnian Mawhinney, admiti¨® que "el Gobierno deber¨ªa incrementar los poderes de las autoridades sanitarias, contemplados en la Ley de Salud P¨²blica, para evitar casos como ¨¦ste".

En principio, la ley permite que los afectados por enfermedades contagiosas graves sean confinados en hospitales. Pero seg¨²n el doctor Bernard Crump, uno de los m¨¦dicos que estudian el caso, "la ley es poco expl¨ªcita y podr¨ªa vulnerar los derechos fundamentales del individuo". Los m¨¦dicos han hablado varias veces con el ciudadano en cuesti¨®n y le han pedido que act¨²e responsablemente, pero, seg¨²n ellos, no han conseguido ninguna garant¨ªa por su parte.

En cuanto a las posibles responsabilidades penales del hombre, y las hipot¨¦ticas indemnizaciones que pudieran exigirle las v¨ªctimas, la legislaci¨®n es a¨²n m¨¢s confusa. Distintos expertos legales se?alaban ayer que, para empezar, de acuerdo con la ley brit¨¢nica, los cargos de homicidio prescriben al cabo de un tiempo determinado. El periodo de incubaci¨®n del sida es, con frecuencia, superior a tres a?os, lo que podr¨ªa dar origen a un vac¨ªo legal.

Y, en el caso de que se pudiera procesar al presunto causante de la infecci¨®n, ser¨ªa pr¨¢cticamente imposible determinar con certeza que fue ¨¦l, y no cualquier otro factor, quien transmiti¨® el virus a la v¨ªctima. Como mucho, seg¨²n los juristas, se podr¨ªa encausar al hombre por un delito de imprudencia temeraria.