Arrestados cuatro cabos de Zaragoza por mofarse de un compa?ero tartamudo

El jefe de la Regi¨®n A¨¦rea de Levante, teniente general Julio Canales, ha impuesto una sanci¨®n de tres meses de arresto al cabo Manuel A. T., destinado en la base a¨¦rea de Zaragoza, por someter a vejaciones continuas a un compa?ero tartamudo de igual graduaci¨®n. En los hechos, ocurridos durante los ¨²ltimos meses de 1991 y los primeros de este a?o, participaron otros tres cabos de la misma unidad, ?scar M., Pedro M. P. y Marcelino R. C..

Los cuatro cabos sufrieron ya una sanci¨®n disciplinaria de un mes de arresto, que fue impuesta en primera instancia por el coronel jefe de la base a¨¦rea, Manuel Estell¨¦s. Fuentes de la Regi¨®n A¨¦rea de Levante confirmaron ayer que el cabo Manuel A. T. empez¨® el pasado mi¨¦rcoles a cumplir el arresto, que s¨®lo ser¨¢ de dos meses de duraci¨®n, pues ya estuvo 30 d¨ªas en el calabozo.Los cuatro cabos sometieron presuntamente durante varios meses a diversas vejaciones a otro compa?ero de igual graduaci¨®n, Guillermo O. P., de quien se burlaban por un defecto de dicci¨®n, al mismo tiempo que le golpeaban en la cabeza y nuca. En ocasiones, el cabo sancionado con tres meses tir¨® de la cama a Guillermo, le insult¨® y le propin¨® pu?etazos "sin motivo y sin mediar provocaci¨®n previa

Los hechos fueron denunciados por el agredido a sus superiores y los mandos de la base a¨¦rea abrieron la correspondiente investigaci¨®n, que culmin¨® con la imposici¨®n de un arresto de un mes, el m¨¢ximo castigo previsto para las faltas disciplinarias leves, a los cuatro cabos.

El coronel jefe de la base a¨¦rea traslad¨®, al mismo tiempo, el expediente al capit¨¢n general de la Regi¨®n A¨¦rea de Levante, para su conocimiento y por s¨ª la actuaci¨®n de los arrestados mereciera una mayor sanci¨®n.

El teniente general Canales, despu¨¦s de estudiar el informe, lleg¨® a la conclusi¨®n de que la conducta del cabo Manuel A. T. era constitutiva de una falta grave, por lo que el pasado mes le impuso un arresto de tres meses.

La impuesta es la sanci¨®n de privaci¨®n de libertad m¨¢s dura de las previstas por la legislaci¨®n militar para acciones que no constituyan delito.

Como ya estuvo arrestado durante un mes, el citado cabo s¨®lo deber¨¢ cumplir los otros dos, lo que comenz¨® a hacer el pasado mi¨¦rcoles en el establec¨ªmiento disciplinario militar del acuartelamiento de San Lamberto de Zaragoza.

En los otros tres casos no se apreci¨® falta grave, al parecer, por falta de pruebas o testigos, seg¨²n las citadas fuentes de la Capitan¨ªa General. Si en la actuaci¨®n de los cabos arrestados se hubiera apreciado materia constitutiva de un delito, el caso deber¨ªa pasar al juez militar.

Pasividad de cabos primeros

Por otra parte, el fiscal ha pedido un total de 27 meses de prisi¨®n para tres soldados acusados de agredir a un cabo tras una novatada llevada a cabo en septiembre de 1991 en el acuartelamiento de Sant Climent Sescebes (Gerona), informa Efe.Seg¨²n el escrito del fiscal, los hechos ocurrieron cuando los procesados -Antonio P¨¦rez Ramos, Jos¨¦ Mar¨ªa Yeste Casta?o y Sergio Maya Ferrer-, para cada uno de los cuales pide nueve meses de prisi¨®n, "se encontraban realizando actos vulgarmente conocidos como novatadas sobre el personal recien incorporado" al acuartelamiento.

El cabo agredido, Francisco Javier R. M., declar¨® durante la instrucci¨®n de la causa que los tres procesados llevaron a cabo una cruel novatada consistente en obligar a los reclutas a dar vueltas alrededor de una lata y, cuando ya estaban mareados, les empujaban y golpeaban. "En un momento determinado", explica el fiscal, "las novatadas alcanzaron cierto grado de violencia, cuando Antonio P¨¦rez Ramos propin¨® una patada a uno de los reclutas". Fue entonces cuando el cabo Francisco Javier R. M., que ya hab¨ªa llamadado la atenci¨®n a los acusados, orden¨® que cesaran las bromas.

Explica el fiscal que P¨¦rez Ramos golpe¨® en la cabeza al cabo, sobre el que tambi¨¦n se abalanzaron los otros dos acusados, que le tiraron al suelo, donde le propinaron pu?etazos y patadas que le ocasionaron numerosos hematomas. El agredido no dio parte de los hechos "por la insistencia de los cabos primeros -que no actuaron para frenar las novatadas- en que no lo hiciera, ya que entonces quedar¨ªan ellos en evidencia".

El abogado de uno de los acusados, Ricardo G¨®mez Olarte, anunci¨® que pedir¨¢ la absoluci¨®n de su cliente, "por no quedar acreditada la autor¨ªa de las agresiones", ya se produjo un tumulto en el cuartel y el cabo "recibi¨® golpes de todos".