Varias sociedades intermediarias, investigadas por la tramitaci¨®n de cr¨¦ditos del exterior
La Administraci¨®n espa?ola -en colaboraci¨®n con el FBI estadounidense- est¨¢ investigando una serie de sociedades de intermediaci¨®n que han proliferado al amparo de la liberalizaci¨®n de movimientos de capitales. Estas sociedades han aprovechado el boom de peticiones de pr¨¦stamos en el exterior para ofrecer a ciudadanos y empresas residentes en Espa?a cr¨¦ditos en Estados Unidos a inter¨¦s reducido (alrededor del 3%). Tras la ganga se encuentran, seg¨²n fuentes cercanas a la investigaci¨®n, operaciones de blanqueo de dinero en EE UU o una simple estafa.
La liberalizaci¨®n de movimientos de capitales ha provocado la aparici¨®n de una mara?a de chiringuitos -o sociedades de intermediaci¨®n- que en algunos casos est¨¢n involucradas en actividades irregularidades y presuntamente delictivas. Fuentes cercanas a la investigaci¨®n centran ahora sus an¨¢lisis en dos de ellas. Una opera en e sur de Espa?a desde Marbella y Granada, y la otra desde Madrid.Una de las sociedades utiliza el nombre de Citibank en EE UU a la hora de captar clientes. Fuentes de este banco internacional han desmentido cualquier relaci¨®n con tal organizaci¨®n y han comentado que iniciar¨¢n acciones legales para evitar que siga sucediendo.
La comisi¨®n de vigilancia de las infracciones de control de cambios, que preside el secretario general de Econom¨ªa, Jos¨¦ Juan Ruiz, y coordina el director General de Transacciones Exteriores, Fernando Eguidazu, ha organizado -en colaboraci¨®n con la inspecci¨®n del Banco de Espa?a- esta investigaci¨®n.
Trabas legales
Uno de los problemas de estas actuaciones es que no son delito en Espa?a, salvo que se demuestre que estas sociedades realizan operaciones parabancarias y, por lo tanto, sujetas a la ley de disciplina bancaria.
Consultado por EL PA?S, el director general de Transacciones Exteriores evit¨® confirmar o desmentir el nombre de las sociedades investigadas, "porque la comisi¨®n no puede dar ni nombres ni detalles". Con todo, Eguidazu afirm¨® que "hay casos de organizaciones que est¨¢n ofreciendo pr¨¦stamos en condiciones distintas e inferiores a las del mercado en los que hay indicios de actividades presuntamente irregulares, por lo que se est¨¢n investigando en la actualidad".
Fuentes de los grandes bancos advierten que un motivo de la proliferaci¨®n de estas sociedades es que muchos ciudadanos desconocen que es perfectamente posible pedir cr¨¦ditos extranjeros a trav¨¦s de la banca que opera aqu¨ª. En cualquier caso s¨ª reconocen que, por la novedad de estas operaciones, los directores de algunas oficinas pueden poner alguna pega a los clientes que soliciten este servicio.
Este desconocimiento favorece el desarrollo de este tipo de sociedades, que se dirigen al cliente espa?ol como gestoras de cr¨¦ditos en el extranjero a inter¨¦s reducido y con menores exigencias que si lo piden a un banco. Tras captar al cliente, solicitan una comisi¨®n de entre 30.000 y 100.000 d¨®lares por cada mill¨®n de d¨®lares que el cliente pida como pr¨¦stamo (entre 3 y 10 millones de pesetas por cada 100 del hipot¨¦tico cr¨¦dito). Esta comisi¨®n se cobra al principio y a partir de ah¨ª, el cliente puede verse envuelto en uno de los dos procesos detectados: blanqueo o estafa.
Los clientes espa?oles que han acudido a una de las sociedades intermediarias investigadas pueden verse involucrados bien en una operaci¨®n de blanqueo de dinero de origen dudoso en EE UU o bien en la p¨¦rdida de la comisi¨®n que pagaron por la gesti¨®n del cr¨¦dito a cambio de nada.
Si el cliente quiere un mill¨®n de d¨®lares, la intermediaria le gestiona un cr¨¦dito por hasta dos millones, a trav¨¦s de una segunda sociedad radicada en Miami. El segundo mill¨®n se destina a comprar bonos del Tesoro de EE UU a nombre del cliente espa?ol pero que quedan en posesi¨®n de la sociedad de Miami. El cliente se beneficia de que una parte de la rentabilidad de los bonos rebajar¨¢ el coste de su pr¨¦stamo, pero puede verse envuelto en una operaci¨®n delictiva. El cliente tambi¨¦n puede perder la comisi¨®n que pag¨® ya que los intermediarios s¨®lo garantizan la gesti¨®n de un aval gracias al cual un "prestigioso" banco les conceder¨¢ el pr¨¦stamo.
Alg¨²n tiempo despu¨¦s de pagar la comisi¨®n, el cliente recibir¨¢ una carta, de una sociedad de Chipre, con un aval y una lista de bancos de Extremo Oriente que, supuestamente, le facilitar¨¢n su cr¨¦dito. La sorpresa llega cuando se dirige a los bancos, pues ¨¦stos le dir¨¢n que el aval no vale para nada. Las quejas de alguno de estos afectados han servido para iniciar las investigaciones. El problema es que para actuar contra estas sociedades hace falta que los estafados denuncien.
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