El club de los Siete no admitir¨¢ a Rusia, pero le ayudar¨¢ a reembolsar su deuda
El presidente de Rusia, Bor¨ªs Yeltsin, se llev¨® de la cumbre de M¨²nich la promesa del aplazamiento del pago de los intereses de la deuda de la antigua URSS, aunque deba ser el Club de Par¨ªs quien concrete la renegociaci¨®n de los 70.700 millones de d¨®lares a que asciende. A cambio, los siete pa¨ªses m¨¢s ricos de la Tierra -que no est¨¢n dispuestos a admitir a Rusia en su club privado consiguieron que el l¨ªder ruso se comprometiera a retirar las tropas que tiene estacionadas en los pa¨ªses b¨¢lticos. Yeltsin descart¨® cualquier posibilidad de un golpe de Estado.
El presidente ruso ofreci¨® una conferencia de prensa, acompa?ado por su anfitri¨®n, el canciller Helmut Kohl, al finalizar la reuni¨®n que hab¨ªa tenido con los jefes de Estado y de Gobierno del G-7, que le recibieron tan pronto se clausur¨® la reuni¨®n anual de este grupo -compuesto por Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Jap¨®n, Canad¨¢, Italia y la Comunidad Europea-, que ha tenido lugar este a?o en la capital b¨¢vara."Rusia est¨¢ en un nuevo camino, democr¨¢tico, de respeto a las libertades individuales, de reforma econ¨®mica", dijo, "pero Rusia es ¨²nica, y tambi¨¦n lo es la reforma econ¨®mica rusa. No todas las experiencias son aplicables". As¨ª, Yeltsin quiso dejar claro que era merecedor de respeto, pero la tensi¨®n que hab¨ªa creado con sus declaraciones previas en Mosc¨², donde lleg¨® a decir: "No nos pondr¨¢n de rodillas", se hab¨ªa diluido ayer completamente.
Tras el acuerdo conseguido con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para hacer efectivo el paquete de 24.000 millones de d¨®lares de ayuda, de los que 1.000 millones ya ser¨¢n entregados, quedaba la cuesti¨®n del aplazamiento del pago de la deuda. "Ahora ya se ha establecido el di¨¢logo", dijo Yeltsin; "los detalles todav¨ªa se tienen que acordar, pero esto son s¨®lo cuestiones t¨¦cnicas". Neg¨® que el FMI hubiera puesto condiciones para la renegociaci¨®n, admitiendo que esto corresponde al Club de Par¨ªs, pero dio a entender que los siete hab¨ªan dado el visto bueno. "Era muy importante que hubiera una actitud favorable del G-7, y esta actitud se ha conseguido hoy, lo que nos permite pensar que podremos llegar a un acuerdo".
Yeltsin admiti¨® que el tema de las tropas de la antigua URSS en Estonia, Letonia y Lituania se hab¨ªa tratado en la reuni¨®n, aunque quiso puntualizar que "quien las puso all¨ª fue la URSS" y record¨® que la decisi¨®n de sacarlas estaba ya tomada. Pero, adem¨¢s, indic¨® que no ser¨¢n reemplazados los soldados que se licencien, lo que significa, dijo, "que en dos a?o no quedar¨¢n soldados". ?sta era una de las se?ales que exig¨ªa el G-7.
El l¨ªder ruso reconoci¨® que no hab¨ªa recibido ninguna invitaci¨®n para unirse al G-7, pero le rest¨® importancia. S¨®lo el presidente norteamericano, George Bush, abri¨® un resquicio a esta posibilidad, indicando que en un futuro tal vez pudiera llegarse a un "G-7 m¨¢s uno; que suma ocho". Pero todos los dem¨¢s lo descartaron. El presidente frac¨¦s, Fran?ois Mitterrand, fue expl¨ªcito en el tema: "No podemos ir de G-7 a G-8, no es conveniente incluir a Rusia". Bush, sin embargo, quiso poner las cosas en su sitio en lo referente atesorer¨ªa. "No s¨¦ si hay suficiente dinero en el mundo para reconstruir la econom¨ªa rusa", coment¨®.
Reformas sin retorno
Yeltsin advirti¨® que "si la reforma se colapsa, las repercusiones se notar¨¢n en toda la comunidad mundial, y especialmente en Alemania", pero neg¨® los rumores sobre la posibilidad de un golpe de Estado o de una vuelta al pasado. "Les digo que esto ya no es posible", dijo, "Rusia est¨¢ decidida a seguir adelante con las reformas y a volver a Europa, donde estuvo por miles de a?os".
Estados Unidos y Jap¨®n, sin embargo, bloquearon el fondo . ara el proyecto de remodelaci¨®n o cierre de las centrales nucleares de dise?o sovi¨¦tico. A cambio se decidi¨® la creaci¨®n de un fondo multilateral, que cubrir¨¢ s¨®lo las ¨¢reas que queden fuera de programas bilaterales, y que ser¨¢ financiado por el Banco Europeo de Reconstrucci¨®n y Desarrollo y coordinado por los 24 pa¨ªses de la OCDE.
Para Yeltsin, el mundo subestima el peligro de estas centrales y considera que para resolver el problema ser¨ªan necesarios 40.000 millones de d¨®lares. Expertos alemanes, sin embargo, aseguran que la cifra m¨¢s probable rondar¨ªa los 15.000 millones, c¨¢lculo aceptado por el propio Kohl. La raz¨®n de la negativa norteamericana y japonesa estriba, seg¨²n fuentes comunitarias, en que de los contratos para la remodelaci¨®n de las centrales se beneficiar¨¢n ¨²nicamente las empresas alemanas y francesas.
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