Un trago de nostalgia

Noche de bossa nova

Mar¨ªa Creuza (voz), Carlos Lyra (voz), Quarteto em Cy (voces) y Gilson Peranzzetta (piano y direcci¨®n inusical). 3.000 personas. Precio: 2.000 pesetas. Cuartel del Conde Duque. Madrid, 8 de julio.

Cuando se quiere encontrar un punto de partida a la bossa nova carioca, suele acudirse al disco de 78 revoluciones por minuto que Jo¨¢o Gilberto grab¨® en 1958, con una composici¨®n de Antonio Carlos Jobim y Vinicius de Mor¨¢es: Chega de saudade (Basta de nostalgia).

Ahora, transcurridos m¨¢s de 30 a?os, organizar una Noche de bossa nova no deja de ser curiosamente un ejercicio de nostalgia. Encantador y entra?able, pero poco estimulante. Porque lo que en su tiempo fue un movimiento musical renovador para la m¨²sica popular occidental, hoy est¨¢ asimilado por casi todos. As¨ª lo evidenci¨® el p¨²blico, que se tom¨® las cosas con tranquilidad y sin aspavientos. Ya no hay lugar para las protestas airadas de quienes acusaban a los bossanovistas de desafinar, y ¨¦stos, pobrecillos, ten¨ªan que proclamar que "en el pecho de los desafinados / tambi¨¦n late un coraz¨®n".

El concierto comenz¨®, c¨®mo no, con la famosa Garota de Ipanema, en un encadenado de t¨ªtulos a manos del tr¨ªo (Gilson Perarizzetta -piano-, Luiz Alves -contrabajo- y Jo¨¢o Cortez -bater¨ªa-). Con el a?adido de la flauta de ?urea y la guitarra de Celia Vaz, emprender¨ªan una magn¨ªfica. versi¨®n del Casaforte, de Edu Lobo.

Al Quarteto em Cy, que sali¨® a continuaci¨®n, lo bautiz¨® Vinicius en la d¨¦cada de los sesenta, al descubrir que aquellas cuatro chicas de Bah¨ªa que iban a acompa?arle se llamaban, respectivamente, Cylene, Cynara, Cyva y Cybele. Desde luego, ya no son unas jovencitas, y adem¨¢s la primera de ellas ha dejado su puesto a Sonia, pero sus voces mantienen la elasticidad y conjunci¨®n que hizo de este cuarteto la mejor agrupaci¨®n femenina que haya tenido jam¨¢s Brasil.

Lyra, con su guitarra y comentarios en castellano, se dio un paseo did¨¢ctico por diversos ritmos de la m¨²sica brasile?a, con especial atenci¨®n, claro est¨¢, a la bossa nova. Sus melod¨ªas est¨¢n entre las m¨¢s hermosas y delicadas que puedan escucharse, aunque su pasado es tan glorioso que el presente parece inexistente. Carlos Lyra se limita a recordar.

Mar¨ªa Creuza no es una de las cantantes m¨¢s queridas por los brasile?os, pese al cartel del que goza en Espa?a. Estuvo bastante comedida y se centr¨® en los temas rom¨¢nticos de su repertorio. Lo mejor sin duda de la velada fue el final colectivo con un popurr¨ª de Samba do avido, Marcha da quarta-feira de cinzas y Se todos fossem iguais a voc¨¦.

Mencionaron una y otra vez el nombre de Vinicius de Mor¨¢es. Es verdad que el fallecido poeta le puso letra a la mitad de las canciones que sonaron en el recital. Su esp¨ªritu se dej¨® sentir en el Conde Duque. Fue padrino de las Em Cy, escribi¨® para Lyra y le dio la oportunidad de su vida a Mar¨ªa Creuza con la grabaci¨®n en La Fusa. Seguro que a ¨¦l le hubiera gustado estar ah¨ª, conversando con el p¨²blico y apurando un ¨²ltimo trago de whisky y nostalgia.