Banqueros europeos creen que el mecenazgo puede mejorar su imagen ante el p¨²blico
Termina en Madrid un encuentro dedicado a los nuevos mecenas de la cultura
"El mecenazgo bancario nace probablemente como una reacci¨®n defensiva inconsciente contra la extendida idea de que la banca es un instrumento de explotaci¨®n", dijo ayer en Madrid el italiano Giuseppe Bartolomei, presidente (le la Banca Toscana. Su intervenci¨®n fue significativa en el ciclo Los nuevos mecenas de la cultura celebrado en la Fundaci¨®n Banesto. Bartolomei huy¨® de la idea del mecenazgo como escaparate de la ostentaci¨®n de los banqueros y defendi¨® actuaciones de inter¨¦s p¨²blico m¨¢s silenciosas, como la restauraci¨®n o salvaguarda de bienes culturales.
La desconfianza social sobre las verdaderas intenciones de los bancos en su apoyo a la cultura fue uno de los asuntos abordados por varios de los representantes del mundo econ¨®mico participantes en los dos d¨ªas de debates organizados por Banesto y la Embajada de Italia. Las discusiones coincidieron con la apertura, en el Instituto Italiano de Cultura, de una exposici¨®n titulada El mecenazgo de la banca italiana.A la idea de los bancos como explotadores sociales se une otra, tambi¨¦n negativa y referente a las fundaciones, que fue se?alada por Ricardo G¨®mez Acebo, vicepresidente del Banco Espa?ol de Cr¨¦dito (Banesto). "Hay una postura que tiende a pensar, por parte del legislador, que las fundaciones y los ciudadanos que en ellas hacen su labor cultural s¨®lo tienden a utilizar su trabajo para eliminar impuestos, lo cual una vez m¨¢s les pone en posici¨®n de culpables antes de demostrar su inocencia", dijo.
"No tenemos por qu¨¦ ser, sospechosos de intenciones malversadoras", a?adi¨®, "no las hemos demostrado hist¨®ricamente. Por ello, s¨®lo un ruego: que salga pronto la ley de fundaciones y que sea una ley que ayude a no controlar la libertad".
La ponencia de Giuseppe Bartolomei fue especialmente significativa porque el Banco Toscano act¨²a en una regi¨®n privilegiada, que seg¨²n los datos de la Unesco aportados por, Bartolomei cuenta con un 30%, del patrimonio art¨ªstico italiano, cifra similar al patrimonio art¨ªstico de Espa?a entera.
La inacabable tarea de recuperar el legado de la Toscana constituye un reto estimulado por la propia tradici¨®n, dijo Bartolomei. As¨ª, el Banco Toscano estableci¨® su sede central en un palacio florentino situado en el lugar donde Dante pas¨® su juventud. Bartolomei dio un repaso a las iniciativas, en defensa del patrimonio en las que su banco ha colaborado, entre ellas la restauraci¨®n, de edificios hist¨®ricos y de obras de artistas como Giotto, Cimabue o Andrea de Bartolo.
Garant¨ªa de pluralismo
Bartolomei considera que el aumento de las iniciativas que contribuyen a la tutela de los bienes culturales es una "garant¨ªa de pluralismo". A?adi¨® que el mecenazgo es caracter¨ªstico de aquellas empresas que creen, en su propio futuro, identificando su papel en la sociedad y tratando de demostrar que no la utilizan como territorio de conquista sino de participaci¨®n.
Ricardo G¨®mez Acebo defendi¨® en su ponencia el modelo anglosaj¨®n y pidi¨® que se defina en Espa?a la l¨ªnea a seguir. "La confusi¨®n del legislador en su anteproyecto de la Ley de Mecenazgo y de las Fundaciones", dijo, "que fue retirada ante la poqu¨ªsima aceptaci¨®n de los que a ese trabajo se dedicaban, es comprensible. Lo que no lo es tanto es que no se decida un modelo de legislaci¨®n de los muchos que existen. Es evidente que el anglosaj¨®n es el que ha producido la m¨¢xima simbiosis entre fundaciones y Universidad, y, por tanto, entre sociedad y mecenazgo".
Enrique Lasarte, presidente del Banco de Vitoria, critic¨® la Ley de Mecenazgo "recientemente publicada en el diario del Congreso". "La ley no mejora la situaci¨®n anterior", a?adi¨®, " y es realmente cicatera en la concesi¨®n de beneficios que de alguna forma puedan primar o favorecer la actividad de mecenazgo". Tambi¨¦n defendi¨® el modelo anglosaj¨®n, "y en particular el modelo americano, donde, a trav¨¦s de actividades de mecenazgo y a trav¨¦s de la tremenda importancia que han ido adquiriendo las fundaciones se han conseguido enormes avances en el mantenimiento de los patrimonios hist¨®rico-art¨ªsticos y, en general, en el apoyo a actividades culturales y de investigaci¨®n". En la misma l¨ªnea de cr¨ªtica con la Ley de Mecenazgo intervino Enrique Pi?ell, asesor jur¨ªdico de la Asociaci¨®n de Empresarios de Banca.
En la mesa redonda celebrada el jueves, Luis Monreal, director general de la Fundaci¨®n La Caixa, dijo que mientras el mecenazgo se dedica a crear cultura, el patrocinio responde a intereses de imagen de empresa. Monreal destac¨® las ventajas de imagen derivadas del aspecto filantr¨®pico de pureza y servicio a la sociedad del mecenazgo. Intervinieron asimismo Antonio S¨¢enz de Miera, presidente del Centro de Fundaciones; Javier Aguado, secretario general de la Fundaci¨®n Banco Central- Hispano, y Araceli Pereda, directora general de la Fundaci¨®n Cultural Banesto. Mario Conde, que hab¨ªa sido anunciado para ayer, finalmente no present¨® su ponencia porque se encontraba viajando desde Buenos Aires, dijeron en la Fundaci¨®n Banesto.
La mala conciencia empresarial
"A partir de la crisis de 1974, y sobre todo desde la publicaci¨®n del Informe McCracken, el mundo occidental aprendi¨® que sus males econ¨®micos s¨®lo podr¨ªan remediarse con una triple receta: desregulaci¨®n, reprivatizac¨ª¨®n y reflujo de la posici¨®n presupuestiaria del sector p¨²blico. Autom¨¢ticamente, esto va a significar una disminuci¨®n de lo que el Estado puede hacer en el terreno del arte". Esta fue una de las ideas desarrolladas por el economista Juan Velarde Fuertes, ¨²ltimo premio Pr¨ªncipe de Asturias de Ciencias Sociales. Para Velarde Fuertes, cuya ponencia fue le¨ªda por Aracell Pereda, la aparici¨®n de la sociedad como protagonista es lo que va a permitir financiar las actividades art¨ªsticas de todo tipo. "Pero se plantear¨¢ la cuesti¨®n b¨¢sica de que puede triunfar lo que aplaude el vulgo". Por esto, se convierte en exigencia el c¨®mo resistir los mandatos que impondr¨ªan un invierno de ramploner¨ªa y p¨¦rdida de valores, "a no ser que existiese alg¨²n tipo de poder compensador". "Esto significa que ha llegado el momento de plantear la existencia del mecenas", seg¨²n Velarde Fuertes.El economista plante¨® uno de los dilemas de la gran empresa capitalista. "Por el hecho de serlo, rompe la posibilidad de la libre competencia y hiere muchos derechos que el consumidor considera que se derivan del mercado abierto", seg¨²n Velarde Fuertes. "Esto crea una mala conciencia, evidente, en estas grandes entidades, que desean compensar, demostrando que tienen sensibilidad social, a trav¨¦s de contribuciones al bienestar colectivo. Aparecen as¨ª novedades t¨¦cnicas como los presupuestos sociales de las grandes empresas. Dentro de ellos, pasan a jugar un papel evidente no s¨®lo las actuaciones ben¨¦ficas o las relacionadas con el propio medio ambiente, o las que producen mayor bienestar para sus propios trabajadores, sino las que se vinculan con la mejor¨ªa del nivel art¨ªstico local, regional, nacional o, incluso, general".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.