Un recorrido cl¨¢sico
La s¨¦ptima etapa sigue el discurso del ciclismo del norte de Europa, que es el de las cl¨¢sicas. Para remate, la jornada transita entre B¨¦lgica y Holanda y ofrece cinco dificultades en su parte final que pueden impedir, nuevamente, un final al sprint. A estas alturas, los velocistas deben estar desesperados. El mal tiempo, las carreteras estrechas, y esas breves pero duras cuestas finales pueden hacer da?o y preparar el terreno para una nueva emboscada, como sucedi¨® ayer. Buena parte de estas etapas reproducen el recorrido de las numerosas carreras de un d¨ªa que se celebran por estos pagos. No son, por tanto, jornadas de tr¨¢mite. S¨®lo un pelot¨®n bien controlado puede evitar que haya batalla, pero no parece que sea ¨¦ste el caso.
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