Baker dice que su salida de la secretar¨ªa de Estado no es cuesti¨®n de d¨ªas
El secretario de Estado norteamericano, James Baker, declar¨® ayer en El Cairo que piensa seguir en su puesto "durante los pr¨®ximos d¨ªas y semanas", aunque no desminti¨® tajantemente las informaciones difundidas por la prensa estadounidense que dan por hecho que sacrificar¨¢ su papel de mediador internacional para dirigir la campa?a electoral del candidato republicano, George Bush, cuyo bache de popularidad en las ¨²ltimas encuestas le sit¨²a como perdedor frente a los dem¨®cratas.
"No hay que creer todo lo que publican los peri¨®dicos. Mientras no escuchen ninguna declaraci¨®n del presidente o del secretario de Estado de Estados Unidos no apuesten por nada", dijo Baker a los periodistas en la capital egipcia. La incorporaci¨®n de Baker como cerebro del equipo para la reelecci¨®n de Bush no se producir¨¢, seg¨²n medios oficiosos de la Casa Blanca, hasta mediados de agosto y podr¨ªa suponer la sustituci¨®n del candidato a la vicepresidencia, Pan Quayle.[El presidente Bush declar¨® ayer que Quayle permanecer¨¢ en la candidatura republicana, informa la agencia Reuter. Bush, en cambio, no quiso confirmar el traslado de Baker a la organizaci¨®n de la campa?a].
El alter ego de Bush organizar¨¢ desde su nuevo puesto de m¨¢ximo consejero la estrategia de los republicanos para tratar de contrarrestar el entusiasmo que ha despertado en el electorado la pareja presidencial dem¨®crata compuesta por Bill Clinton y Al Gore.
El diario The New York Times, que tras una semana de rumores daba ayer por seguro el relevo de Baker apoy¨¢ndose en declaraciones de asesores presidenciales y de fuentes del comit¨¦ para la reelecci¨®n de Bush, citaba a un consejero republicano expres¨¢ndose en los siguientes t¨¦rminos: "James Baker es capaz de centrar la campa?a y de integrarla en las actuaciones de la Casa Blanca. Es una persona que puede hablar claro con el presidente y que no se achanta si George Bush le discute". El peri¨®dico neoyorquino resum¨ªa la relaci¨®n de Bush y Baker como la de dos hermanos, "con una amistad casi cercana a los lazos de sangre que se complementa con un saludable grado de competencia".
En su nueva misi¨®n de rescate pol¨ªtico, Baker tratar¨¢ de dar cohesi¨®n a la campa?a de Bush, que est¨¢ resinti¨¦ndose de los golpes que han supuesto las revueltas de Los Angeles, la llegada y salida de Ross Perot, la situaci¨®n econ¨®mica y el resurgimiento de los dem¨®cratas. Baker es un experto en reimpulsar campa?as, tal y como demostr¨® en 1988 cuando ayud¨¦ a Bush a alcanzar la presidencia de Estados Unidos tras superar 17 puntos de desventaja en los sondeos de opini¨®n.
Diferencia de 29 puntos
En estos momentos, seg¨²n una encuesta del diario Washington Post y de la cadena de televisi¨®n ABC, los dem¨®cratas superan a los republicanos por el mayor margen desde 1964, con una diferencia de 58 puntos frente a 29 respectivamente.
La Casa Blanca no ha confirmado ni desmentido oficialmente el traslado de Baker que, seg¨²n fuentes del equipo de Bush, no se producir¨¢ hasta mediados de agosto, cuando concluya la visita del primer ministro israel¨ª, el laborista Isaac Rabin.
La decisi¨®n de poner en marcha la t¨¢ctica de choque se produjo la pasada semana mientras Baker pescaba con Bush en su rancho de Wyoming. Sin embargo, ambos dirigentes decidieron postergar el anuncio para no interferir en la mediaci¨®n para la paz en Oriente Pr¨®ximo, en la que trabaja actualmente el secretario de Estado norteamericano.
La noticia de la salida de Baker de la secretar¨ªa de Estado ha sido criticada por varios dem¨®cratas del Congreso, que consideran que Bush ha puesto sus intereses electorales por encima de sus obligaciones como estadista en un momento en el que el mundo se enfrenta a numerosos conflictos.
Fuentes de la Administraci¨®n norteamericana han asegurado que aunque Baker deje provisionalmente su puesto la pol¨ªtica exterior norteamericana no se resintir¨¢ del cambio.
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