Los peligros de la media luz
Un bar proh¨ªbe la entrada a ocho ciegos porque estaba "muy oscuro"
El uso y abuso del derecho de admisi¨®n sigue siendo la t¨®nica de las noches madrile?as. Los porteros de pubs y discotecas contin¨²an utiliz¨¢ndolo para segar las cabezas que no satisfacen sus peculiares criterios est¨¦ticos y morales. La ceguera es la nueva bestia negra de los locales de moda. El fin de semana pasado, el portero de un disco bar no dej¨® entrar a ocho estudiantes invidentes porque "estaba oscuro y se pod¨ªan hacer da?o".
Eran las 2.15 del s¨¢bado. Montse Rodr¨ªguez, Mar L¨®pez, Cirilo Mba, Rosario Alba, Joaqu¨ªn Solana y otros tres amigos llegaron al Pato Loco, un disco bar situado en el n¨²mero 12 de la calle de Campoamor. Estaban celebrando el fin de la carrera y, dispuestos a comerse el mundo, salieron a tomarse una copa. La fiesta se acab¨® en la puerta del Pato Loco cuando el portero del local, al darse cuenta de que eran invidentes, decidi¨® que la ceguera era raz¨®n suficiente para cerrarles el paso."Primero nos dijo que el bar estaba lleno, pero dos compa?eras hab¨ªan entrado antes y sab¨ªan que hab¨ªa sitio. Entonces nos dio otra raz¨®n: en la penumbra del local pod¨ªamos romper un vaso o rompernos una pierna si resbal¨¢bamos o choc¨¢bamos con alguien", cuenta Rosario, que acaba de terminar la carrera de Derecho.
Los 'sensibles' porteros
Los ocho amigos est¨¢n afiliados a la ONCE, y cuatro de ellos tienen visi¨®n parcial. 'Te explicamos que los ciegos estamos acostumbrados a movernos en locales llenos de gente y que, en caso de romper una copa, la pagar¨ªamos", explica Montse.Mientras los ciegos luchaban por dar cr¨¦dito a sus o¨ªdos, algunos clientes salieron a defenderles. "Como soy negro, pensaron que no nos dejaban pasar por racismo y le dijeron al portero que yo era amiguete. No sirvi¨® de nada", contin¨²a Cirilo Mba, un guineano grande y de sonrisa f¨¢cil que estudia Psicolog¨ªa.
En la fachada del Pato Loco no hay ning¨²n cartel que especifique el derecho de admisi¨®n. En el interior del local un aviso proh¨ªbe el acceso a los que utilizan calzado deportivo, pero 16 zapatos serios respaldaban a los ocho amigos. Cansados de intentar razonar con el celoso cancerbero, pidieron hablar con el jefe. In¨²til; no estaba. Exigieron entonces la hoja de reclamaciones. Nueva negativa. Como no hab¨ªan entrado en el local, no eran clientes.
Amenazaron finalmente con denunciarle. "El portero nos solt¨®, en plan chuleta, que no pas¨¢bamos porque ¨¦l no quer¨ªa", explica Joaqu¨ªn. Iniciaron entonces el proceso legal que aconseja la Comunidad. Llamaron a la Polic¨ªa Municipal, que prometi¨® mandar una patrulla que nunca apareci¨®. En la comisar¨ªa les aconsejaron que acudieran a la Oficina Municipal de Informaci¨®n al Consumidor y all¨ª s¨®lo les aseguraron que mandar¨ªan una Inspecci¨®n. A los ocho ciegos les queda en la boca el regusto amargo del rechazo.
Uno de los propietarios del local, Jos¨¦ Luis Bonilla, se?al¨® ayer: "Siento lo ocurrido y pido disculpas a los ciegos. Este local no tiene portero; la persona que les prohibi¨® el paso ni trabaja aqu¨ª ni sabemos qui¨¦n era. Seguro que fue alguien que se quiso hacer el gracioso". La gracia dur¨® m¨¢s de una hora.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.