Los marroqu¨ªes de Pe?a Grande podr¨¢n reconstruir sus chabolas quemadas

Los 60 inmigrantes marroqu¨ªes de Pe?a Grande que perdieron sus chabolas en el incendio del domingo podr¨¢n reconstruirlas. Como ¨²nica soluci¨®n posible al problema, el Ayuntamiento apunta la de permitir que los damnificados vuelvan a levantar sus chamizos. La reconstrucci¨®n podr¨ªa comenzar cuando todos los afectados regresen de Marruecos. Hasta entonces se prev¨¦ un alojamiento en tiendas de campa?a individuales. El siniestro ha provocado una psicosis de fuego. Cada d¨ªa surgen nuevos rumores augurando la llegada de incendiarios.

El concejal de Seguridad, Carlos L¨®pez Collado, asegur¨® ayer que "la corporaci¨®n municipal ser¨¢ tolerante para que la situaci¨®n de estas personas vuelva a ser la misma que antes del incendio". Este edil, que acudi¨® el domingo al lugar del incidente, a?adi¨® que "se trata de una cuesti¨®n humanitaria, no administrativa".El Ayuntamiento retirar¨¢ pronto los escombros y despu¨¦s har¨¢ la vista gorda a la reconstrucci¨®n de los habit¨¢culos. "Eso s¨ª, cuidando de que no se instale ni uno m¨¢s de los que hab¨ªa", recalca L¨®pez Collado. Hasta entonces, los 61 damnificados -34 adultos y 17 ni?os- permanecer¨¢n en las tres carpas que la Cruz Roja instal¨® el domingo, separados los hombres, las mujeres y los ni?os. Bajo ellas, el calor es casi insoportable.

El Centro de Acci¨®n Social San Rafael, que realiza tareas humanitarias en el poblado, dispone de una relaci¨®n exhaustiva con nombres y apellidos, de todos los inmigrantes que han perdido su infravivienda entre las llamas. Todos ellos tienen permiso de trabajo y residencia y su chabola est¨¢ censada por el Consorcio para el Realojamiento de la Poblaci¨®n Marginada.

Regreso desde Marruecos

Algunas de las familias afectada que se encontraban ausentes la noche del incendio -el fuego se inici¨® precisamente en una de la chabolas vac¨ªas- han regresado apresuradamente desde el norte de Marruecos tras conocer el suceso por los medios de comunicaci¨®n.

La Direcci¨®n General de Migraciones y el consulado marroqu¨ª se han comprometido a agilizar los tr¨¢mites para aquellos que perdieron su documentaci¨®n y sus permisos de trabajo y residencia entre las llamas. Los que todav¨ªa tienen chabola echan una mano a los que se han que dado sin techo en la preparaci¨®n de la comida y en el cuidado de los lactantes y de las mujeres embarazadas.

D¨ªa a d¨ªa los rumores crecen. En la noche del domingo, despu¨¦s del incendio, una mujer de edad avanzada asegur¨® haber visto a dos j¨®venes que intentaban quemar otra chabola. Tanto los habitantes del asentamiento como los miembros del Centro Social San Rafael est¨¢n convencidos de que las llamas fueron provocadas. Y temen que el presunto incendiario regrese.

Juan P¨¦rez, vinculado al Centro San Rafael, se pregunta: "?C¨®mo empez¨® el fuego en una chabolas vac¨ªas cuando esa noche hab¨ªa llovido a jarros y las maderas estaban mojadas?". "Fue intencionado, y quien lo ha hecho sab¨ªa perfectamente que agosto es buen momento porque los responsables institucionales est¨¢n de vacaciones y es m¨¢s dif¨ªcil adoptar soluciones", a?ade.

Los marroqu¨ªes no olvidan que, durante el incendio, un vecino de uno de los chal¨¦s vecinos gritaba a los bomberos que no lo apagasen. Los due?os de estos chal¨¦s niegan que nadie instigase a algo parecido, y recuerdan que si no llega a ser por sus mangueras las cosas hubieran ido peor.

En el poblado la sospecha es grande y tambi¨¦n el miedo. Por eso, cuando anochece, sus habitantes permanecen ojo avizor. Apuntan la matr¨ªcula de cuanto coche extra?o se acerca a la zona y se fijan en los forasteros.

La situaci¨®n creada con el incendio ha provocado que, durante estos d¨ªas, especialmente ayer, se hayan multiplicado los contactos y reuniones de asociaciones vinculadas al poblado con representantes del Ayuntamiento de Madrid y de la Delegaci¨®n del Gobierno.

Dos miembros del Centro Social San Rafael se entrevistaron ayer con representantes del Ayuntamiento y de la Delegaci¨®n. Por otra parte, miembros de acci¨®n social de UGT y de la Asociaci¨®n de Trabajadores e Inmigrantes Marroqu¨ªes en Espa?a (ATIME), vinculada a este sindicato, tambi¨¦n se reunieron con representantes institucionales. Parece que todos estos contactos han propiciado el dejar hacer municipal para reconstruir las chabolas.