Salvar a los ni?os

En la guerra civil la depravaci¨®n no conoce l¨ªmites. ?Qu¨¦ monstruosa perversi¨®n del esp¨ªritu humano lleva a un francotirador a abrir fuego contra un autob¨²s que traslada a ni?os de un orfanato fuera de la matanza de Sarajevo? ( ... )Aunque los serbios llevan el peso de la responsabilidad por los combates de Bosnia, no hay una l¨ªnea divisoria clara entre agresores y v¨ªctimas. Incluso en Espa?a tal distinci¨®n era probablemente demasiado simple. Tanto los l¨ªderes de Croacia como los de Serbia se han visto cegados por la pol¨ªtica de vendetta. Las elecciones de ayer en Croacia apenas mencionaron de pasada la necesidad de m¨¢s democracia y la moralidad de la guerra. Quienquiera que llegue al poder, lo m¨¢s probable es que el pa¨ªs se muestre menos dispuesto a cumplir las condiciones necesarias para la paz. Y cualesquiera que sean las nobles afirmaciones de Milan Panic ( ... ), las decisiones sobre el terreno las toman los jefes militares y sus tropas ebrias. La angustia internacional se ve frustrada por la complejidad de un conflicto en el que no hay objetivos o t¨¢cticas definidos. ( ... )

Quienes cada noche asisten al cat¨¢logo de muertos saben qu¨¦ es lo que el Gobierno brit¨¢nico se resiste a aceptar: que los hu¨¦rfanos, ni?os, viudas, ancianos, parejas de distinto origen y v¨ªctimas de la tortura tienen necesidades m¨¢s acuciantes que una soluci¨®n pol¨ªtica en su devastada patria: refugio inmediato y derecho a la vida.

3 de agosto