Lo que Mangada no quiso para Madrid

El plan general de ordenaci¨®n urbana de Alcobendas fue aprobado en 1984, pero el avance era ya p¨²blico desde 1980.- En ¨¦l se contemplaba la reparcelaci¨®n de la zona denominada Arroyo de la Vega, un espacio de 1.570.000 metros cuadrados (471.250 edificables, con usos residenciales, terciarios y un hipermercado Pryca) comprendidos entre el viejo trazado de la carretera nacional N-1 (Madrid-lr¨²n), la nueva variante, la carretera hacia el aereopuerto de Bara as y las urbanizaciones de La Moraleja y el Soto de la Moraleja.El enclave re¨²ne unas condiciones id¨®neas para la expansi¨®n comercial y ubicaci¨®n de oficinas. Este destino fue decidido, en parte, por el entonces responsable de urbanismo de la Comunidad de Madrid, Eduardo Mangada, que no quiso convertir el centro de la capital en reducto de oficinas y centros comerciales. Este criterio oblig¨® a desplazar las zonas de oficinas hacia las m¨¢rgenes de las carreteras de salida hacia La Coru?a, Barcelona y Burgos.

Arroyo de la Vega cumple, adem¨¢s, una funci¨®n pol¨ªtica de sutura entre las dos ¨¢reas urbanas m¨¢s importantes del t¨¦rmino municipal, el casco urbano de Alcobendas y las tres urbanizaciones residenciales de clase media y alta situadas en su extremo sur, como son una peque?a parte de El Encinar de los Reyes (a punto de ser desalojada por las familias de los militares norteamericanos destinados en la base de Torrej¨®n de Ardoz), La Moraleja y el Soto de la Moraleja. Los residentes de es tas ¨²ltimas mantienen un litigio con el Ayuntamiento de Alcobendas -de mayor¨ªa absoluta socialista-, al que han planteado su intenci¨®n de segregarse, ya que consideran que la relaci¨®n entre sus aportaciones a las arcas municipales son muy superiores a lo que reciben a cambio.