Obras P¨²blicas quiere expropiar la hierba a la campeona ol¨ªmpica de hockey
El Ministerio de Obras P¨²blicas y Transportes quiere dejar a la guardameta del equipo ol¨ªmpico de hockey sobre hierba sin su jard¨ªn. Mariv¨ª Conz¨¢lez vive con su madre y cinco hermanos en un chal¨¦ de El Plant¨ªo colindante con la carretera de La Coru?a. La ampliaci¨®n de la autov¨ªa, cuyas obras ya han engullido terrazas de restaurantes, piscinas y las supervaflas de la sede del espionajeespa?ol, llegar¨¢ dentro de poco a la pradera de una hero¨ªna madrile?a de Barcelona 92, aquella que, a pesar del oro, odia ser portera.
Si Mariv¨ª Gonz¨¢lez hubiera nacido, en Cuenca ahora ser¨ªa hija adoptiva de la ciudad. Pero le ha tocado ser madrilefia (naci¨® en M¨¦xico y lleg¨® a la capital con un a?o), y eso s¨®lo le da derecho a recibir un telegrama de felicitaci¨®n del alcalde, los saludos de alg¨²n vecino y las miradas furtivas del personal de la Mutua Automovilista, a donde fue el martes a arreglar papeles del coche. Siete componentes de la selecci¨®n de hockey sobre hierba, medalla de oro en los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona, son madrile?as.La portera ol¨ªmpica, de 31 a?os, juega sobre el c¨¦sped artificial del Club de Campo, equipo al que pertenece desde que cogi¨® el palo de hockey por primera vez, hace 17 a?os. La hierba natural la pisa a diario en su chal¨¦ del Plant¨ªo, donde vive la familia Gonz¨¢lez desde hace 10 a?os. Hasta all¨ª llegar¨¢n dentro de poco las m¨¢quinas del Ministerio de Obras P¨²blicas y Transportes (MOPT) para cobrarse ocho metros de jard¨ªn, lo justo para talar una decena de chopos y dejar la piscina a ras de asfalto.
Mariv¨ª no ha tenido oportunidad de desvelarse por ello. Desde que entr¨® en la f¨¦rrea disciplina de la selecci¨®n ol¨ªmpica y de su responsable, Jos¨¦ Manuel Brasa, hace siete a?os, s¨®lo ha podido robar algo de tiempo para terminar su carrera de veterinaria. "Y gracias a un catedr¨¢tico que, a pesar de no haber ido a su clase, me aprob¨® porque le dije que estuve en un campeonato de Europa", recuerda.
As¨ª que es Jorge, uno de sus hermanos mayores, el que se preocupa por la amenaza ministerial. "Parece que hay pocas esperanzas de parar este proyecto. Nos han dicho que en marzo ya llegar¨¢n hasta aqu¨ª". Los Gonz¨¢lez viven a la altura del kil¨®metro 14 de la carretera de la Coru?a y las obras de la ampliaci¨®n han llegado ya al 11. El restaurante La P¨¦rgola se ha quedado sin terraza, la discoteca Oh! Madrid sin piscina y el Centro Superior de Informaci¨®n de la Defensa (CESID) ha tenido que retrasar 12 metros su sistema de seguridad. Casi todos los afectados han llegado a acuerdos econ¨®micos con el MOPT.
El chal¨¦ de Mariv¨ª entra en la siguiente fase del proyecto de ampliaci¨®n, un tramo que sali¨® a concurso en junio y que le costar¨¢ al MOPT cerca de 4.400 millones de pesetas. "No entiendo para qu¨¦ va a servir la ampliaci¨®n excepto para que haya m¨¢s tr¨¢fico. Adem¨¢s, ya han hecho una carretera nueva [la M-40]", comenta la madre de la deportista, que vive a caballo entre Madrid y M¨¦xico.
Mariv¨ª todav¨ªa no est¨¢ en condiciones de atender problemas terrenales. "A¨²n estoy como flotando", explica abriendo los brazos y mirando al cielo. Eso s¨ª, tiene claro que se quiere retirar. En el largo y sacrificado camino hacia la medalla de oro de Barcelona se ha dejado hasta un hueso. "Nunca me hab¨ªa lesionado y este afio he pasado una vez por el quir¨®fano, y a punto estuve de tenei que repetir la experiencia". A comienzos de a?o, un bolazo le parti¨® un dedo del pie y estuvo arrastrando la fractura durante un mes y medio. "Al final, me tuvieron que quitar el hueso porque no me soldaba bien".
"Me gustar¨ªa dedicarme a mi profesi¨®n, pero trabajando con animales que tuvieran relaci¨®n con el deporte, por ejemplo con los caballos". Pero Mariv¨ª teme que algo la ancle en el hockey unos aflos m¨¢s. "Una vez que quise dejarlo coincidi¨® que me llam¨® el seleccionador. Ahora no s¨¦ si podr¨¦ irme. Por una parte, ha mejorado la base y hay gente joven detr¨¢s, pero nadie quiere jugar de portera".
La odiosa porter¨ªa
Mariv¨ª Gonz¨¢lez, la guardameta del oro, odia la "ingrata" porter¨ªa. De peque?a jugaba al f¨²tbol de delantera con sus 10 hermanos y en balonmano era pivote. "Empec¨¦ de portera en el hockey porque a la vez hac¨ªa balonmano, y ya corr¨ªa suficiente por la ma?ana como para seguir por la tarde. Pero he intentado dejar ese puesto muchas veces".Pero Mariv¨ª se ha hecho popular gracias a su actuaci¨®n bajo los palos de la selecci¨®n ol¨ªmpica y el espectacular vestuario, repleto de protectores, que debe llevar para aligerar los golpes de la pelota. "S¨®lo sirve para evitar moratones, porque los bolazos duelen igual lleves lo que lleves", aclara. La deportista sigue renegando: "El delantero centro vive como un rey y no hay nada comparable con la alegr¨ªa de meter gol. Cuando lo encaja el portero siempre piensas que has tenido la culpa, que lo pod¨ªas haber evitado". Y lo sabe por experiencia. "En una copa de Europa jugu¨¦ el segundo tiempo de delantera y consegu¨ª el gol del empate. Me gusta correr. Nunca he disfrutado en mi puesto".
La portera ha acabado los partidos de Barcelona 92 ensopada en sudor con sus cinco kilos de vestimenta encima. "En los entrenamientos es peor. Cuesta mucho ensefiar y los entrenadores no se acuerdan del portero; pero un d¨ªa les da, por ensayar tiros y te machacan".
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