Gonz¨¢lez reta a Pujol a que le cuente que pol¨ªtica econ¨®mica desea que se apl¨ªque

"Que nos cuente qu¨¦ pol¨ªtica econ¨®mica querr¨ªa que hici¨¦ramos". El presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, respondi¨® ayer as¨ª en Sevilla a las declaraciones en las que el presidente de Catalu?a, Jordi Pujol, retiraba su apoyo al Ejecutivo por las ¨²ltimas medidas econ¨®micas. Gonz¨¢lez, que se entrevist¨® ayer con Mija¨ªl Gorbachov durante la visita que el ex presidente sovi¨¦tico realiza los tres primeros d¨ªas de esta semana a la Expo, justific¨® sus palabras con una "an¨¦cdota" que le cont¨® una vez el propio Gorbachov: "Tengo cien asesores econ¨®micos, y uno lleva la raz¨®n, pero no s¨¦ cu¨¢l es".

Felipe Gonz¨¢lez no parec¨ªa muy dispuesto a contestar a las preguntas de los informadores pero, finalmente, acept¨® una sola: ?Qu¨¦ le parecen las declaraciones del se?or Pujol sobre su pol¨ªtica econ¨®mica?. "No s¨¦ qu¨¦ dice. Yo vengo del campo", dijo el presidente en alusi¨®n al coto de Do?ana, lugar donde pasa sus vacaciones y desde donde se traslad¨® a la Expo. No obstante, Gonz¨¢lez ret¨® a Pujol: "Que nos cuente lo que querr¨ªa que hici¨¦ramos".Ya de camino hacia el interior del pabell¨®n, el presidente no resisti¨® la tentaci¨®n de hacer una broma. "Eso es como la an¨¦cdota que me cont¨® una vez el propio Mija¨ªl Gorbachov", dijo a los intrigados periodistas. "S¨ª, aquello de que yo tengo cien asesores econ¨®micos y s¨¦ que uno de ellos tiene raz¨®n, lo que no s¨¦ es cual", concluy¨® Gonz¨¢lez, quien, enigm¨¢tico, no quiso explicar a qu¨¦ asesores se refer¨ªa.

Con camisa y cazadora de manga larga, a pesar de los cuarenta y cinco grados que soportaba ayer Sevilla, Gonz¨¢lez se encontr¨® con Gorbachov en la terraza del pabell¨®n de Espa?a. Sonrientes y muy relajados, ambos repitieron apretones de manos ante los fot¨®grafos y compartieron risas cuando uno de los informadores, agobiado por la nube de micr¨®fonos y c¨¢maras, le espet¨® a gritos al ex presidente sovi¨¦tico: "Mire aqu¨ª, se?or Mija¨ªl". Gorbachov, que no entendi¨® la alusi¨®n, ri¨® igual con todos los presentes.

Antes de su encuentro con el jefe del Gobierno espa?ol -con quien posteriormente almorzar¨ªan en el propio pabell¨®n de Es pa?a y con quien m¨¢s tarde se desplazar¨ªan al coto de Do?ana. para pasar la tarde y la nocheMija¨ªl Gorbachov y su esposa Ra¨ªsa realizaron una -r¨¢pida visita varios pabellones de la isla de la Cartuja. Aclamados en todo momento por cientos de visitantes -que no dudaban en abandonar la cola de tres horas del pabell¨®n de Canad¨¢, por ejemplo, para ver pasar, de cerca a un "personaje hist¨®rico en vida"- el matrimonio Gorbachov ech¨® un vistazo a la exposici¨®n Arte y Cultura en torno a 1492, del pabell¨®n Real e hizo un recorrido apresurado por los ingenios, iconos e inventos expuestos en el pabell¨®n ruso.

Curiosidad de Ra¨ªsa

No acudieron, sin embargo, al cercano pabell¨®n de las Rep¨²blicas B¨¢lticas, parte en su d¨ªa del pabell¨®n que, antes del golpe de Estado y del proceso de desintegraci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, iba a representar a su pa¨ªs en la Expo. La curiosidad de Ra¨ªsa dej¨® un tanto desarmado al comisario general de la muestra, Emilio Cassinello. Impresionada por la reproducci¨®n de la tienda de campa?a utilzada por Carlos V en sus expediciones europeas, Ra¨ªsa pregunt¨® a Cassinello. ?Y qu¨¦ com¨ªan en el campo?. "Pues cosas como verduras, legumbres o cocos, una dieta muy frugal", contest¨® el comisario. "Pues yo no veo que fuera tan frugal", opin¨® la ex primera dama, ante la sorpresa de Cassinello, que se apresur¨® a matizar "S¨ª, pero era todo en cantidades muy limitadas".Vestidos de forma deportiva -Ra¨ªsa, blusa larga de gasa en tonos rosas y dorados, pantalones amplios azul marino y zapatos de tac¨®n y un conjunto de camisa y pantal¨®n caqui para Mija¨ªl- los Gorbachov aparecieron "rnucho m¨¢s j¨®venes y guapos que en las fotos" a decir de los que les vieron pasar.

"Torero, torero, torero", "Viva Gorbachov y Ra¨ªsa, la mejor" y alg¨²n rotundo "?Ol¨¦ tus huevos!", fueron algunos de los ripios improvisados por el p¨²blico para agasajar a los ilustres visitantes, encantados con el despliegue de cari?o de la gente.

Como ya hicieron en su anterior visita oficial a Espa?a, Ra¨ªsa y Mijail rompieron varias veces el cord¨®n de seguridad para estrechar las manos de los enfervorizados turistas. ?stos, sorprendidos, no sab¨ªan a qu¨¦ atender primero, si a la celeb¨¦rrima mano que se les tend¨ªa o al objetivo de su c¨¢mara, prueba indispensable para dar fe del evento ante amigos incr¨¦dulos una vez de vuelta a casa. Una vez estrechada la diestra del l¨ªder de la perestroika, a los afortunados se les olvidaban los sudores y el agobio de las colas. "V¨¢monos a tomar algo, paso de la cola de Venezuela cuando me acaba de saludar Gorbachov", ordenaba un padre a su prole, un tanto desilusionada por cambiar la impactante pel¨ªcula en sistema ?max del pabell¨®n venezolano por "el hombre de las pecas en la frente", como dec¨ªa uno de los peque?os.

Ba?o de multitudes

Otros visitantes, encaramados en la escalinata del pabell¨®n ruso a la espera de la salida de los Gorbachov, soportaban estoicos las insistentes recomendaciones de un prudente polic¨ªa: "No se me apoyen en la barandilla, que no tiene consistencia ninguna", machacaba el agente ante un p¨²blico impert¨¦rrito y desobediente. Al final, ni ca¨ªdas ni incidentes. Ra¨ªsa y Gorbi -como le llamaban a giritos- aparecieron por la puerta y, deslumbrados por el inclemente sol sevillano, recibieron el consiguiente ba?o de multitudes con el polic¨ªa precavido incluido. Hoy martes, procedentes del coto de Do?ana a donde viajaron en helic¨®ptero la tarde de ayer, el matrimonio Gorbachov repetir¨¢ visita a la Expo. Los pabellones de la Navegaci¨®n, Francia, Alemania y Jap¨®n ser¨¢n esta vez los visitados. Por la tarde, el ex presidente sovi¨¦tico dictar¨¢ una conferencia en Sevilla. M¨¢s tarde, los Gorbachov viajar¨¢n a Lanzarote, pr¨®xima etapa de su viaje invitados por el Gobierno.