El Madrid se divierte por primera vez
El Madrid se divirti¨® por primera vez este verano . Le faltaba darse el gusto de jugar la pelota, crear alguna cosa pinturera y sacarse de encima el muermo que llevaba. Lo consigui¨® frente al PSV Eindhoven en la huerta del Carranza, tras un partido de ida y vuelta, con viajes veloces a las dos ¨¢reas y un elevado n¨²mero de goles.Michel encendi¨® la mecha y firm¨® un partido b¨¢rbaro. Se animaron casi todos a seguir a Michel y el encuentro cobr¨® cuerpo muy pronto. Los holandeses aprovecharon la lesi¨®n de Rocha y el perpetuo despiste de Tendillo para abrir una v¨ªa de agua que estuvo a punto de hundir a los madridistas, que tienen una asignatura pendiente en la defensa. En el intercambio de golpes, apareci¨® Esnaider, un jugador de cuerpo entero. El juvenil argentino cerr¨® su espl¨¦ndida noche con un gol a la antigua, de los que acreditan a los punteros de verdad: entr¨® a matar frente Van Breukelen, un cinque?o del f¨²tbol que va a por la cabeza del rematador en los balones altos. Desde hace a?os, al Madrid le faltan este tipo de futbolistas sangu¨ªneos: ah¨ª tienen a Esnaider.
El partido se inici¨® trepidante y acab¨® igual. Estaban dos cl¨¢sicos en la cancha, sin miedo ninguno. El Madrid se hab¨ªa atascado en los ¨²ltimos d¨ªas frente a los equipos que le daban el espacio y la pelota. El PSV le jug¨® sin temor, lo normal en un equipo de tradici¨®n. Los holandeses son gente curtida en esto del f¨²tbol. Conocen su profesi¨®n y son listos. Son alguien en la cancha, con independencia de ¨¦pocas y generaciones. A esta gente le das una oportunidad y te hacen un l¨ªo, o los dos goles que le marcaron Jaro. Hubo partido.
La ansiedad del Madrid se caIm¨® pronto. Un toque r¨¢pido de Alfonso dej¨® a Esnaider frente a Van Breuklen, que entr¨® al bulto. Esnaider le tir¨® el regate largo y el portero holand¨¦s derrib¨® al delantero en el area. Penalti y expulsi¨®n. Al ¨¢rbitro le pareci¨® excesivo y perdon¨® la vida del guardameta, que sigui¨® en la cancha con la venia de Jim¨¦nez. El descr¨¦dito de los ¨¢rbitros es imparable.
Michel marc¨® el penalti y diez minutos despu¨¦s lleg¨® Hierro como Belauste entre los defensas holandeses. Hierro, que tiene un f¨ªsico exuberante y bastante desparpajo cuando llega al ¨¢rea, se sac¨® de encima, a tres defensas entre codazos, una especie de regate y la ventaja que le da su corpach¨®n. Con un par de defensas medios agarrados a su calz¨®n, Hierro consigui¨® llegar frente a Van Breukelen. Luego le bati¨® sin sutileza, pero cada uno es como es.
El Madrid se encontr¨® con la ocasi¨®n de bailar al PSV Eindhoven. Era una oportunidad ¨²nica, porque los madridistas necesit¨¢n un poco de autoestima. Es una ¨¦poca dif¨ªcil. La sensaci¨®n de crisis es general en los ¨²ltimos dos a?os. Al equipo le falta disfrutar y convencerse de que tiene clase, o que algunos la tienen. Michel es uno de ellos. Probablemente el mejor. Incluso sus cr¨ªticos lo reconocen por lo bajo. Tiene sus debilidades y una tendencia a aflojarse en algunos momentos, pero de su talento ha vivido mucha gente en el Madrid.
Michel tuvo una gran noche. Jug¨® en estado de gracia durante todo el partido. Domin¨® la banda derecha con la soltura de sus mejores tiempos y estuvo metido en el partido con todas sus consecuencias. En uno de sus momentos m¨¢s inhabituales consigui¨® arreglar un descosido que se produc¨ªa en la defensa madridista, uno de los rotos que estuvieron a punto de cargarse el resultado para el equipo de Floro.
La lesi¨®n de Rocha produjo un boquete irreparable durante muchos minutos. Apareci¨® Tendillo y todo se vino abajo. Nando confirm¨® su discreta altura como, central; Sanchis volvi¨® a encontrase en apuros en la banda derecha y Villarroya estaba a punto de ponerse una camisa de fuerza. Ni atacaba, ni defend¨ªa, y por su sitio entraba Ellerman como un tiro. La cosa fue resuelta por el orondo Romario en 10 minutos. Marc¨® dos goles, empat¨® el partido y dej¨® una segunda parte cruda para el Madrid.
Contra, los pron¨®sticos, el Madrid estuvo por encima del primer tiempo. Prosinecki se uni¨® a Michel y Esnaider, ydespu¨¦s comenzaron a juntarse todos. Hasta los menos dotados. La lesi¨®n de Tendillo colabor¨® en la mejor¨ªa. Chendo se coloc¨® como central y la defensa gan¨® en dureza y velocidad.
Desde all¨¢, el partido fue cuesta abajo para el Madrid. Comenz¨® a recuperar balones con rapidez, muy arriba, y dej¨® a la zaga holandesa al garete. Se ve¨ªa el gol. Progresaban Michel o Prosinecki por la banda derecha; Esnaider daba el tipo en cada jugada; Hierro estaba c¨®modo porque el juego s¨®lo discurr¨ªa en una direcci¨®n. Lleg¨® el gol. Llorente se anim¨® por una vez a tirar un centro medio bueno. El madridista ten¨ªa que .decidir: el bal¨®n era suyo y su cabeza era de Breukelen. Fue valiente y entr¨® a por la pelota. Un gol de bravo. Pero Esnaider es m¨¢s que eso. Tiene criterio en el juego, utiliza el cuerpo como los argentinos y no ha montado durante el verano ning¨²n escandalera. Por lo dem¨¢s, tiene 19 a?os. Ser¨ªa una pena verle en el Castilla.
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