Derecho de injerencia

Hemos escuchado de todo durante la campa?a del refer¨¦ndum franc¨¦s, pero la palma se la llevar¨¢n, sin duda, las acusaciones de injerencia formuladas por los adversarios del Tratado d¨¦ Maastricht contra los dirigentes europeos que se toman la libertad de intervenir en el debate franc¨¦s. (...) Lo m¨ªnimo es que los responsables europeos se den cuenta de que la pregunta les compromete tanto como a Mitterrand.Hay varias formas de hacerlo. La de John Major es equ¨ªvoca: declarar que un no de Francia interrumpir¨ªa el procedimiento de ratificaci¨®n en el Reino Unido supone, al enunciar una tautolog¨ªa (?c¨®mo imaginar una Uni¨®n Europea sin Francia?), dar a entender que lucha en dos frentes y que no quiere hundirse con el tratado en caso de un rechazo franc¨¦s. La contestaci¨®n antiMaastricht en Espa?a no tiene las mismas proporciones que en el Reino Unido, y Felipe Gonz¨¢lez ha venido a Francia a hacer campana con toda sinceridad a favor del s¨ª.

Por el contrario, la tarea del canciller alem¨¢n es m¨¢s delicada. Los partidarios franceses de Maastricht han recurrido desmesuradamente en estos ¨²ltimos tiempos al argumento seg¨²n el cual este tratado ser¨ªa el ¨²nico medio de contener las supuestas tendencias nacionalistas o hegem¨®nicas de Alemania. (...) Evidentemente, Helmut Kohl no podr¨ªa asumir este esperpento antigerm¨¢nico ante los telespectadores franceses.

4 de septiembre