Y es de Angola
Debut¨® en Las Ventas un torero que lanceaba a la ver¨®nica con hondura ronde?a, ce?ia chicuelinas con parsimonia sevillana, adornaba sus faenas con pinturer¨ªa trianera, ?y es de Angola!Torero angole?o de color. Un color m¨¢s pr¨®ximo a Cagancho que a Morenito de Maracay, o mejor ser¨ªa decir que a Angel Santa Cruz -aquel va liente torero negro portugu¨¦s-, pues esta es m¨¢s adecuada referencia, por razones de origen y de raza. Quiz¨¢ fuera su pelo azabache bien repeinado con gomina y tiral¨ªneas, quiz¨¢ el sentimiento que pon¨ªa al ejecutar las suertes, lo que hac¨ªa recordar al gitano Cagancho y su moreno de verde luna. Y puede que sea una compara ci¨®n sacr¨ªlega para la m¨ªstica de la fiesta, pero uno vio as¨ª al de butante Jos¨¦ Luis Gon?alves, natural de Luanda seg¨²n datos que facilitan sus bi¨®grafos, cuando se centraba con los no villos y les hac¨ªa el toreo pro fundo. No siempre le salla el toreo profundo a Jos¨¦ Luis Gon?alves, mas lo intent¨® cada vez que se abri¨® de capa o present¨® adelante la muleta. Ci?¨® ver¨®nicas, y las tres de recibo al sexto fueron hondas, suaves, ligadas, todas ellas entre s¨ª y tambi¨¦n la media ver¨®nica, trazada con amplio giro de los vuelos del capote, para llevarse all¨¢, luego traerse ac¨¢ el novillo y li¨¢rselo a la cintura.
Sorando / Molinero, Senda, Gon?alves
Cuatro novillos de Rom¨¢n Sorando (dos rechazados en el reconocimiento), justos de presencia, pobres de cabeza, flojos excepto 6? -derrib¨®-, mansos, nobles. 1? y 2? de S¨¢nchez Arjona, terciados, inv¨¢lidos, nobles. El Molinero: estocada (aplausos y tambi¨¦n pitos cuando saluda); estocada (oreja con algunas protestas). Paco Senda: estocada corta trasera (silencio); pinchazo y estocada trasera ladeada (silencio). Jos¨¦ Luis Gongalves, de Luanda (Angola), nuevo en esta plaza: dos pinchazos y estocada (ovaci¨®n y salida al tercio); estocada, rueda de peones y dos descabellos (vuelta). Plaza de Las Ventas, 6 de septiembre. Media entrada.
Su toreo en redondo fue largo, entregado, cargando la suerte, salvo cuando se olvidaba de cargarla y dejaba la pierna contraria atr¨¢s. Una l¨¢stima, porque ahora podr¨ªamos hablar del toreo ronde?o que un torero angol¨¦s interpret¨® inesperadamente en Las Ventas, aderez¨¢ndolo mediante ayudados, pases de pecho, otros de la firma, cambios de mano, y una sorprendente marchoser¨ªa para irse de la cara del toro con garbo trianero.
Los novillos dieron facilidades. Los novillos, flojuchos o absolutamente inv¨¢lidos -salvo el sexto, que derrib¨®, y luego peg¨® una voltereta sobre el caballo al intentar cornearlo de nuevo-, se dejaban torear y esto podr¨ªa explicar el raro aplomo del debutante. Ahora bien, la misma categor¨ªa de novillos tuvieron sus compa?eros y no les hac¨ªan tantas gracias. Molinero cuaj¨® muletazos estupendos junto a otros vulgarcitos. Lo mejor, los naturales ligados y cargando la suerte de su primera faena. Paco Senda, por su parte, tore¨® destemplado y alivi¨¢ndose con el pico.
Hubo estocadas excelentes. Los tres diestros procuraron matar por el hoyo de las agujas y fue muy de agradecer en estos tiempos de desvergonzados acuchilladores. Molinero cobr¨® sendas estocadas soberanas y Gon?alves ejecutaba en corto y por derecho el volapi¨¦.
Ser¨ªa interesante volverlos a ver en Las Ventas, a los tres, aunque -naturalmente- se lo ganaron m¨¢ El Molinero y Jos¨¦ Luis Gon?alves, novilleros que torean con fundamento y matan a los toros por el hoyo de las agujas. As¨ª fue el domingo y convendr¨ªa saber si son capaces de repetirlo en domingos venideros. Pero esa ya ser¨¢ otra historia. La historia de hoy es que hubo estupendos estoqueadores en Las Ventas e ilumin¨® su ruedo con pinceladas de arte un torero angole?o moreno de verde luna.
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