Entre dos aguas

El compositor brit¨¢nico Gavin Bryars fue el encargado de abrir la cuarta edici¨®n de los Encuentros de Nueva M¨²sica que tradicionalmente organiza la universidad sevillana y que este a?o presenta un programa plagado de nombres de campanillas.La elecci¨®n del grupo de Bryars para la inauguraci¨®n fue un acierto, ya que se trata de una de las figuras m¨¢s controvertidas del ya de por s¨ª controvertido mundo de las m¨²sicas inclasificables. Desde que a primeros de la d¨¦cada de los setenta apareciese su c¨¦lebre Hundimiento del Titanic, la lista de sus detractores es casi tan larga como la de sus defensores ac¨¦rrimos. En todo este tiempo, el compositor ha navegado entre dos aguas buscando la manera de huir del minimalismo norteamericano sin abandonarlo nunca totalmente. Fue la constante que qued¨® mejor reflejada en su concierto sevillano,

Cinco obras recientes y un estreno absoluto completaron un programa con pretensiones de gustar a p¨²blicos amplios, algo as¨ª como una sesi¨®n de minimalismo dedicada a los que no gustan del minimalismo. M¨²sica tranquila, de una rara y elaborada sensibilidad que alterna las texturas m¨¢s suaves con un cierto toque de misterio con las formas cambiantes y sinuosas, con estigmas de la segunda Escuela de Viena y referencias jazz¨ªsticas llenas de un buen humor derrochado en gui?os constantes.

El propio Bryars dirigi¨® un peque?o sexteto desde el contrabajo o los teclados, consiguiendo un sonido global de gran impacto en el que la mezcla del clarinete bajo y las percusiones electr¨®nicas marcaba la pauta sonora.