Todo Matisse en el MOMA de Nueva York

El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) inaugura hoy la mayor exposici¨®n nunca organizada sobre Henri Matisse (1869-1954), una muestra que canonizar¨¢ al pintor franc¨¦s como uno de los grandes artistas de la historia y que por su despliegue de medios y publicidad marcar¨¢ una ¨¦poca. Reunir 400 obras del pintor que dijo que lo que m¨¢s le interesaba "no era la naturaleza humana ni el paisaje, sino la figura humana", ha costado cuatro millones de d¨®lares, un precio r¨¦cord para el museo de Manhattan, que piensa atraer 750.000 visitantes hasta la clausura de la muestra el 12 de enero.

Matisse: Una retrospectiva bien merecer¨ªa un subt¨ªtulo que a?adiera: "El mayor espect¨¢culo que se haya visto jam¨¢s en un museo". Desde dos semanas antes de su inauguraci¨®n, el p¨²blico ha hecho colas a las puertas del MOMA, en la calle 53, para comprar con antelaci¨®n las entradas que se venden al elitista precio de 1.250 pesetas cada una. El precio no ha sido la ¨²nica medida que los responsables del MOMA han tomado para controlar la avalancha. Las entradas se venden tambi¨¦n desde 350 puntos de venta telef¨®nica repartidos por todo el pa¨ªs.La locura por Matisse que se ha apoderado de Nueva York romper¨¢ el principio de uno de los cr¨ªticos del artista que aseguraba: "Conocemos a Matisse m¨¢s de lo que le admiramos". El esfuerzo del MOMA para profundizar sobre el conocimiento del pintor no s¨®lo se demuestra por la cantidad de libros, postales y calendarios que se agolpan en las estanter¨ªas de la tienda del museo. A la entrada del MOMA, se alquilan a 350 pesetas unos aparatos con una grabaci¨®n que explica las obras en ingl¨¦s, franc¨¦s y espa?ol.

Junto a la exhibici¨®n, el MOMA presenta conferencias, cursos y laboratorios para adultos y ni?os que tienen un coste adicional. Para dar un ambiente parisiens a Manhattan, la cafeter¨ªa del museo ha sido transformada en un bistrot franc¨¦s, desde donde la compa?¨ªa de tel¨¦fonos francesa ofrece tres minutos de llamadas gratuitas a Francia.

Tres a?os de trabajo

Todo este despliege compensar¨¢ los tres a?os de trabajo que los organizadores de la muestra han empleado en reunir las obras de Matisse diseminadas por colecciones particulares y museos de todo el mundo. La complejidad para negociar las cesiones de museos de Baltimore, Chicago, Mosc¨², San Petesburgo, Par¨ªs, Filadelfia y Dallas, han sido como "organizar un d¨ªa D", seg¨²n uno de los responsables de la muestra. Hasta ahora de todos los pintores del siglo XX, tan s¨®lo las muestras de Picasso hab¨ªan sido merecedoras de tanta atenci¨®n. "Si el pintor espa?ol se caracteriz¨® por la disonancia, dificultad y complejidad, Matisse representa la armon¨ªa, la facilidad y la sencillez", explica John Eldelfield, director de la muestra.Los herederos de Matisse han colaborado en el trabajo de investigaci¨®n que ha sido preceptivo para reunir las obras m¨¢s representativas de los diferentes estilos, desde la abstracci¨®n al fauvismo, del artista. Toda la ayuda ha sido poca para tratar de recopilar los cuadros de uno de los precursores del arte moderno. Una de las obras -Flores, de 1906-, ha sido cedida por el propietario de un castillo de Escocia. Para conseguir una de las piezas claves de la exposici¨®n, Ba?istas en el r¨ªo, el MOMA tuvo que comprometerse con el museo de Chicago a cederle El Sue?o, de Henri Rousseau. El mismo tipo de intercambio se realiz¨® con un museo de Baltimore que contar¨¢ por ceder sus Matisse con siete obras del MOMA.

Otros coleccionistas privados han enviado sus obras a cambio de que el MOMA les prestara otros cuadros con los que cubrir los huecos en las paredes de sus salones.