Decepci¨®n en Bonn, mutismo en Par¨ªs

Todo el mundo esperaba m¨¢s del encuentro del martes entre el canciller Helmut Kohl y el presidente franc¨¦s Fran?ois Mitterrand en Par¨ªs. Ayer en Bonn, los comentarios de los medios de comunicaci¨®n y las confidencias de pasillo entre la clase pol¨ªtica revelaban decepci¨®n. Los dirigentes y los medios de comunicaci¨®n franceses, agradecidos por la vigorosa participaci¨®n del Bundesbank en la defensa de un franco atacado por la tormenta especulativa, prefirieron poner el acento en el "buen funcionamiento" de la pareja franco-alemana.

El silencio oficial que sigui¨® a la entrevista entre Mitterrand y Kohl era explicado por el hecho de que, seg¨²n fuentes presidenciales francesas, ambos hombres dedicaron m¨¢s tiempo a estudiar la crisis monetaria que a la reactivaci¨®n del Tratado de Maastricht. Otros insinuaban, sobre todo en Alemania, que el estado de salud de Mitterrand no daba para m¨¢s y que el canciller se volvi¨® a Bonn un tanto decepcionado.

En lo relativo al tratado, Mitterrand y Kohl decidieron "no irritar a¨²n m¨¢s a los brit¨¢nicos" con el lanzamiento prematuro de una iniciativa que hubiera podido ser interpretada al otro lado del Canal como una injerencia francoalemana en la actual presidencia brit¨¢nica de la Comunidad. Al contrario, decididos a subrayar la, necesidad de darle m¨¢s contenido democr¨¢tico al funcionamiento de las estructuras europeas, ambos mandatarios se pusieron de acuerdo en lanzar una "ofensiva contra la burocracia de Bruselas", un tema que saben grato a los o¨ªdos brit¨¢nicos.

Los recelos de Major

"A John Major se le debieron poner los pelos de punta al pensar que todo se estaba arreglando en Par¨ªs sin ¨¦l", escrib¨ªa ayer el S¨¹ddeutsche Zeitung intentando explicarse la total opacidad con que concluy¨® en la capital francesa la entrevista. "?Ser¨¢ una se?al tranquilizadora para Major?", se preguntaba el rotativo muniqu¨¦s.

Pierre B¨¦r¨¦govoy, el primer ministro franc¨¦s se hizo ayer eco de los comentarios anti-Bruselas que Kohl hab¨ªa hecho la noche anterior. Comentando el corto triunfo del s¨ª en el refer¨¦ndum franc¨¦s, B¨¦r¨¦govoy dijo: "Este resultado refleja la necesidad de aproximar m¨¢s Francia a Bruselas y Bruselas a Francia. Hay que aproximar las decisiones al pueblo". Otra idea que comienza a abrise camino en el esp¨ªritu de alemanes y franceses es la d¨¦, la Europa a dos o m¨¢s velocidades. Un peque?o grupo d e pa¨ªses comunitarios -que podr¨ªa ser el constituido por Alemania, Francia y el Benelux- crear¨ªa una uni¨®n monetaria antes de la fecha prevista en Maastricht.