Una fiscalidad seg¨²n las ciudades

S. T., La presi¨®n fiscal que introduce el Impuesto de Actividades Econ¨®micas (IAE) es muy distinta en una zapater¨ªa con los mismos metros cuadrados y los mismos empleados de la calle Serrano, de Madrid; otra del Paseo de Gracia de Barcelona, una tercera de la calle Dato, de Vitoria y una cuarta en la calle real de Segovia, todas zonas comerciales de primer orden en sus ciudades.

Estas diferencias se deben a dos motivos: el n¨²mero de habitantes del municipio donde est¨¦ la empresa y la zona donde se encuentre. Los Ayuntamientos pueden actuar dos veces sobre la cuota que resulta tras aplicar la ponderaci¨®n de superficie, empleados y potencia instalada. Primero, recarg¨¢ndola con un coeficiente seg¨²n el tama?o de la ciudad. Segundo, con otro recargo seg¨²n la zona donde est¨¢ el negocio.

Un supuesto. Una firma comercial con cuatro trabajadores y 100 metros cuadrados y que tenga una potencia instalada de 90 kilovatios le corresponde a pagar, por ejemplo, 100.000 pesetas. Si la empresa est¨¢ en el Paseo de Gracia de Barcelona -en el centro de Barcelona - las 100.000 pesetas deben multiplicarse primero por el coeficiente 2 y otra vez por 2 por el ¨ªndice de zona. En total, 400.000 pesetas. Si el negocio est¨¢ en la calle Serrano de Madrid las 100.000 pesetas deben multiplicarse primero por 1,7 y luego por 2, lo que arroja un resultado de 340.000 pesetas. En la calle Dato, de Vitoria, las 100.000 pesetas deber¨¢n multiplicarse, primero por 1,2 y luego por 1,35 con lo que resulta a pagar 165.000 pesetas. En la calle Real, de Segovia, se pagar¨¢ 184.800 pesetas. La misma empresa pagar¨ªa 240.000 pesetas en la mejor zona de Valencia y 150.000 en Burgos.

Las cosas tambi¨¦n cambian radicalmente si estos negocios est¨¢n en zonas de categor¨ªa m¨¢s baja. En Barcelona, esa misma tienda deber¨ªa pagar 100.000 pesetas y en Madrid pagar¨¢ m¨¢s: 127.500.

A la cuota municipal hay que a?adir el recargo que aplican las diputaciones, que van desde un m¨¢ximo del 40% a un m¨ªnimo del 27%.